LONDRES, 20 Jun. (EUROPA PRESS) -
El suizo Roger Federer cuenta en Wimbledon, tercer 'grande' de la temporada, con una nueva oportunidad para seguir agrandando su nombre dentro de la historia del tenis y sumar su séptimo entorchado, igualando el récord del estadounidense Pete Sampras.
El All England Club fue el año pasado el escenario de su decimoquinto 'grande', donde pudo superar la plusmarca del propio Sampras, y tras recuperar su cetro volvió al número uno del mundo, que le había arrebatado un año antes Rafa Nadal.
La racha de Federer es casi perfecta en Wimbledon, cinco títulos consecutivos de 2003 a 2007, y el sexto el pasado año, con el único borrón de la impresionante final de 2008 en la que Nadal se apuntó su hasta ahora único trofeo en la hierba londinense.
Desde entonces, el de Basilea sigue errático, cayó en la final del US Open ante el argentino Juan Martín del Potro, pero conquistó su decimosexto 'grande' en el Abierto de Australia al doblegar al escocés Andy Murray.
Sin embargo, una infección pulmonar le obligó a ser baja en Dubai, otro de sus torneos predilectos. Volvió en Indian Wells, con derrota en tercera ronda, y cayó en cuartos en Miami. Tampoco tuvo fortuna en su estreno en tierra batida con la derrota a las primeras de cambio en Roma.
De todos modos, en Madrid su fortuna pareció cambiar y llegó hasta la final, pero fue derrotado por Nadal. Unos días después no pudo pasar de cuartos en Roland Garros, donde defendía título y perdió el número uno.
A partir de mañana, su nuevo reto son los siete títulos en Londres de Sampras. El estadounidense, que junto con el local William Renshaw, son los tenistas que en más ocasiones lograron hacerse con la victoria final, un total de siete, es el modelo a seguir del helvético. Renshaw sumó seis de esos galardones de forma seguida (entre 1881 y 1886) aunque sus logros se asientan en los albores del torneo y parecen perdidos en los libros de las historias tenísticas.
El tenista de Washington ejerció de monarca en las pistas de All England Club, al igual que Federer en los últimos tiempos, y sus triunfos se agruparon entre el 93-95 y el 97-2000. Tan sólo Krajicek, su rival en cuartos de final, osó poner en duda su hegemonía con la victoria en la edición 1996.
