Actualizado 25/07/2014 13:28

La inspiradora historia de Lilica, la perra que recorre 6 km para llevar comida

Lilica, la perra que recorre 6 kilómetros para llevar comida
Foto: YOUTUBE
    

DESCONECTA, 25 jul.

En Brasil, una vez que cae la noche, Lilica, una perra callejera, sale a recorrer más de 6 kilómetros por carreteras, oscuros parajes, y peligrosos senderos en busca de comida para comer y llevar a sus otros compañeros de vida: gatos, gallinas y otros perros, que también viven en libertad en un depósito de chatarra en Sao Paulo.

La historia de Lilica, comenzó cuando fue abandonada en las puertas del depósito de chatarra que regenta la señorita Neire, donde encontró cariño y compañía: unos niños que la adoran, perros, gatos y gallinas. A los días, dio a luz a unos cachorros a los que tenía que alimentar pero no encontraba comida para hacerlo.

Fue entonces cuando decidió lanzarse a la aventura en búsqueda de algo para llevarle a sus crías. Una vez que todos los cachorros fueron adoptados, Lilica continuó yendo a buscar y traer comida para sus otros compañeros del depósito.

Lilica

¿Dónde consigue la comida?

Lilica recorre cada noche más de 6 kilómetros hasta llegar a la casa de la profesora Lucía, una amante de los animales, que se ha encargado de alimentar a muchos animales callejeros y abandonados de su zona con salchichas, arroz y frijoles.

"Ella llamó mi atención cuando vi que pasaba olisqueando los contenedores de basura y pensé que sería una perra callejera. Fue ahí cuando la llamé y le ofrecí comida".

Desde entonces, cada noche la profesora Lucía hace la misma rutina: prepara una bolsa con comida, y cuando dan las 9 de la noche, se va a esperar a Lilica. La perra llega, come y espera a que Lucía le ate la bolsa para llevársela. Cuando llega al depósito, todos los animales con los que convive se turnan para comer.

Lilica

Aunque esta costumbre comenzó cuando un día, Lilica dejó de comer y salió corriendo con la bolsa abierta, desparramando toda la comida por el camino. Entonces la profesora decidió atarle la bolsa para que se la pudiera llevar.

Lilica

Lucía comenta en un momento del vídeo: "Yo no viajo, no voy a ningún sitio porque ella estará esperándome ahí cada noche, confía en mí y yo tengo un compromiso con ella y ella conmigo".

   Un día Lucía decidió seguir los pasos de Lilica para comprobar qué es lo que hacía con la comida, y comprobó el espíritu de solidaridad de la perra, que compartía su comida con sus otros compañeros.

"Nosotros como seres humanos apenas compartimos cosas con otros. Un intercambio entre animales es una lección para todos nosotros" sentencia Neire.

Lilica

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