DESCONECTA, 30 Ene.
Un día de pesca en la bahía de Plettenberg, Sudáfrica, se convirtió en un angustioso rescate en el momento en que un grupo de pescadores se percataron de que el pez que acababa de picar el anzuelo era una cría de tiburón blanco, un animal protegido cuya pesca es ilegal.
La dramática escena fue filmada por Lars Liedberg, de Zimbabwe, un hombre que se encontraba tomando el desayuno en uno de los restaurantes cercanos a la bahía.
Enseguida se percató de que el animal luchaba desesperadamente por sobrevivir fuera del agua. Algo que los pescadores parecían no tener muy en cuenta, según Liedberg, al que le dio la impresión de que estaban más concentrados en recuperar el anzuelo que en devolver al joven tiburón al mar.
El tiempo corría en su contra, ya que cuanto más tardaran, más asfixiado y cansado estaría el animal y menos probabilidades tendría de sobrevivir. A pesar de los consejos, los hombres no cesaron hasta que le quitaron el anzuelo al tiburón.
Fue en ese momento cuando uno de los pescadores agarró al animal por la cola y, con mucho esfuerzo, lo devolvió al océano. Sin embargo, como era de esperar, el ecualo no era capaz de mover una aleta de su cuerpo para reanudar la marcha.
Se vivieron unos momentos angustiosos hasta que, por fin, reunió fuerzas suficientes para mover la cola y desaparecer en aguas más profundas.
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