MADRID, 14 nov. (EDIZIONES)
Para el artista callejero italiano Pier Paolo Spinazzi, también conocido como CIBO, somos lo que comemos. De acuerdo con esta filosofía, Cibo (palaba que significa "comida" en italiano), decidió hace once años modificar los grafitis callejeros que conllevan un discurso fascista o de odio en Italia hasta transformarlos en comida. Para él la comida nos transporta a la inocencia de la niñez, a nuestras raíces, sinónimo de paz interior.
Su iniciativa que promueve la paz y la igualdad ha hecho que a lo largo de los años sus obras se hayan hecho muy populares en redes sociales como Reddit y Facebook.
CIBO, de 37 años, fundó este proyecto en el año 2008 con el propósito de combatir la ira y el vandalismo de las calles de Verona con dibujos de apetecibles alimentos.
Desde entonces, fresas, sandías, melones o pasteles de aerosol cubren con su tinta los muros y paredes que alguna vez estuvieron cubiertos por esvásticas y mensajes que incitan al odio entre personas.
Puedes ver más de su obra visitando su página de Facebook.