Actualizado 20/07/2014 17:08

Hace 45 años, el hombre llegó a la Luna. ¿Sabías que tenía propietario?

Corto animado sobre Jerardo Gajardo, el propietario de la Luna
Foto: ANIMATED SHORT FILM

DESCONECTA, 20 DE Jul

   El 20 de julio de 1969, hace 45 años, un ser humano pisó por primera vez la Luna. Ese día todo el mundo pudo ver cómo el astronauta Neil Armstrong abría la escotilla del módulo lunar 'Eagle' y descendía lentamente por la escalerilla antes de poner un pie en la superficie de nuestro satélite. Pero ¿sabías que la Luna en ese momento tenía un propietario? Su nombre era Jenaro Gajardo.

   Jenaro Gajardo Vera, abogado, pintor y poeta chileno, adquirió la Luna por escritura publica el 25 de septiembre de 1954 ante un notario. Pagó 42.000 pesos chilenos de la época.

   Gajardo publicó en el Diario Oficial tres avisos para que cualquiera que tuviera algún derecho sobre el mismo terreno tuviera la oportunidad de impugnar, pero nadie lo hizo. Y por tanto se convirtió en el legítimo propietario de la Luna.

   Jenaro Gajardo explicó que los motivos para poseer la Luna fueron dos: en primer lugar, realizar un acto poético; y en segundo, adquirir la Luna para formar parte de un club social al que quería pertenecer y que exigía a sus miembros que tuvieron alguna propiedad.

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   Se ha escrito que cuando Estados Unidos se preparaba para su viaje a la Luna, Gajardo hizo llegar a Washington aviso de que era de su propiedad y el presidente Nixon le escribió un comunicado pidiéndole autorización para el descenso. Pero no existe registro de tal documento ni de la supuesta contestación afirmativa de Jenaro.

   Antes de fallecer en 1998 Gajardo formuló su testamento en el que dejó la Luna para el pueblo chileno: "Dejo a mi pueblo la Luna, llena de amor por sus penas".

   En 1967 en las Naciones Unidas se firmó un tratado que prohíbe la compraventa objetos que estén fuera de la Tierra y el 1 de julio de 1984 entró en vigor un acuerdo internacional en que se considera a la Luna como Patrimonio Común de la Humanidad.

   Durante años la historia se consideró como una leyenda urbana, pero el hecho realmente sucedió y el año pasado el Gobierno chileno puso en marcha una campaña para incentivar la innovación entre los chilenos. La campaña se apoyó en un cortometraje animado que relata la historia de Gajardo.