MADRID, 3 mayo (EDIZIONES) -
Imagina que te estás preparando para correr la Maratón de Londres, una de las carreras más famosas del mundo. Llega el día. 28 de abril de 2019. Tienes 42 kilómetros por delante que cruzan el centro de la capital británica. Todo transcurre con normalidad. Nada destacable hasta que de repente, ves a tu lado a un hombre disfrazado de Big Ben participando también en la maratón. Todos los ojos van a él. Las cámaras lo graban. Pero lo realmente llamativo es el momento en el que intenta cruzar la meta y, literalmente, no cabe debido a la altura del disfraz. Suena a película, ¿verdad? Pues nada más lejos. El protagonista de esta hazaña ha sido el británico Lukas Bates.
Según informa 'BBC', lo que Bates quería era recaudar dinero para el Alzheimer y mejorar la marca antigua para ingresar en el Récord Guinness como el corredor más rápido que había finalizado una maratón vestido de un monumento. Aunque este británico no consiguió derrotar a su antecesor, ya que tardó 20 minutos más y finalizó la carrera en 3 horas y 54 minutos, su gesto se hizo viral en pocos minutos y conseguió llegar a miles de personas. Lo llamativo de toda esta hazaña fue que el disfraz sobresalía 1,5 metros y le fue imposible pasar la meta sin la ayuda de un voluntario que se acercó a ayudarle.
Bates, de 30 años, indicó a 'BBC' que aunque ya corrió la Maratón de Londres los cuatro años anteriores, fue en este cuando decidió que "quería hacer algo diferente, divertirse un poco y usar un disfraz loco".
En cuanto al Record Guiness, la persona que aún posee ese galardón es Richard Mietz, tras correr en la maratón de Berlín en septiembre del año pasado vestido como la puerta de la ciudad Holstentor en Lubeck.
