EDIZIONES, 3 Jul.
Despertarse en la ciudad de Nueva York, darse un paseo por sus calles y cruzar miradas con una alcantarilla de ojos saltones, ver un montón bolos donde debería haber un montón de latas viejas y oxidadas, o toparse de bruces con cuatro monos colgando de una palmera es posible gracias al trabajo de Tom Bob, un artista callejero al que le gusta "vandalizar" el mobiliario urbano con la intención de transformar lo aburrido en sorprendente.
Para Tom no hay espacio aburrido que pueda permanecer en ese estado mucho tiempo. Ni las alcantarillas, ni las cañerías, ni las señales de tráfico, ni los bancos, ni siquiera un triste bloque de hormigón se le resisten.
Todos los objetos que su ojo capta, en cuestión de tiempo se terminan transformando en una pieza sorprendente y llamativa de arte callejero para el disfrute del transeúnte.
Aunque normalmente opera en Nueva York, la creatividad de Bob se ha llegado a ver en otros sitios como California, Taiwán o Dubai.
Si quieres conocer más sobre su trabajo, puedes visitar su página de Instagram.
