EDIZIONES, 6 nov.
Tony Adkins es un neurocirujano de 42 años que trabaja en el Hospital Infantil del condado de Orange, en Estados Unidos, y está especializado en curar a sus pacientes con una terapia infalible: la sonrisa.
Adkins asegura que la sonrisa es la mejor medicina y lo aplica cada día con sus pacientes después de las intervenciones quirúrgicas. Pasado un tiempo, cuando es hora de la primera revisión postoperatoria, este neurocirujano de California se presenta en las habitaciones de los pequeños marcándose un baile enérgico y contagioso que arranca, además de pasos de baile, cantidad de sonrisas.
Es por este motivo por el que Adkins es conocido por el apodo de 'Dancing Doctor'.
Para este doctor es importante preservar la magia de la infancia de sus pacientes y garantizar que éstos no tengan que poner su infancia en pausa. "Bailar con los pacientes es importante porque suma alegría a las experiencias del hospital. Lo que estoy haciendo va en la línea de compromiso del hospital con preservar esa magia".
"Los estudios demuestran que cuando las personas se ríen, sonríen y se vuelven más interactivas. El efecto sobre el cerebro es más poderoso que algunos medicamentos para el dolor. Además, la risa tiene un valor clínico ya que permite evaluar las habilidades físicas, la movilidad y el proceso de recuperación del paciente", argumentó Adkins en declaraciones a Daily Mail.
Su trayectoria -y sus pasos de baile- han hecho que Adkins se haya convertido en el médico favorito entre los pacientes. De hecho, muchos piden expresamente que sea él el que los atienda para recibir su tratamiento. Él ha asegurado a Daily Mail que está feliz de poder ayudar a inculcar el amor por la música y la danza entre sus pacientes, además de mejorar sus resultados y perspectivas.
"No hay nada mejor que ver una sonrisa en los rostros de mis pacientes o escucharlos reír", dijo.
