DESCONECTA, 02 Nov.
Que los niños de hoy en día están hechos de otra pasta está más que claro. En el caso de Lexi, una niña de 9 años de edad con las ideas firmes y claras, esa pasta de la que se suele hablar se reflejó en forma de carta dirigida a sus padres sobre el "Ratoncito Pérez" y otros asuntos relacionados con la magia de la infancia.
En un lenguaje directo y sin preámbulos la pequeña -o no tan pequeña- niña de 9 años encabeza con un: "Querida "Hada de los Dientes" (el equivalente en otros países de nuestro Ratoncito Pérez) para continuar con una demoledora carta sincerándose con sus padres. (El contenido de la carta contiene spoilers a la infancia, por lo que si quiere que sus hijos continúen viviendo algunas de las mejores fantasías de esta época manténgalos alejados de lo que viene a continuación). La carta dice así:
Querida "Hada de los Dientes",
Ya no creo en el Hada de los Dientes. Sé que sois vosotros quienes ponéis el dinero debajo de la almohada, mamá y papá. Lo siento si esto es duro para vosotros, pero tengo nueve años ahora.
PD: Tampoco creo en Santa Claus.
Con amor,
Lexi
La carta, aunque fue publicada hace aproximadamente un año en el foro de Reddit por el padre de la criatura bajo el título: "Encontré esto debajo de la almohada de mi hija", se ha hecho viral en Facebook y redes sociales estos días.
Entonces, los comentarios que convirtieron en popular la carta de Lexi a sus padres, recogían las duras palabras con las que la niña se dirigía a sus padres. Y es que no sólo terminó con la ilusión del Ratoncito Pérez o Santa Claus, también dedicó otra postdata a aclarar a su padre que "sabía que era él quién le escondía los huevos de Pascua la pasada Pascua".
El hilo, que dio para mucho, también recogió anécdotas divertidas y curiosas de otros usuarios que se solidarizaron con este padre:
Cuando tenía seis o siete años, me enteré de que el Hada de los Dientes le estaba dando todos mis amigos un dólar y yo sólo estaba recibiendo un mísero cuarto de dólar. Le escribí una carta señalando mi discrepancia. Recibí el pago de todos los dientes que ya había perdido.
Mis amigos también recibían más dinero que yo del Hada de los Dientes. Me quejé a mis padres y esta fue su respuesta: "Seguramente sea porque tus amigos cuidan mejor de sus dientes y hacen un mejor cepillado que tú, lo que hacen que sus dientes valgan más.
Mi hijo pensaba que Santa Claus era real hasta que cumplió 12 años. Se lo tuve que decir porque ya estaba en secundaria y quería evitarle la vergüenza. Su reacción fue de enfado conmigo por haberle estado mintiendo toda su vida. Mi hija intervino: "Lo he sabido desde que tenía 5 años".
