EDIZIONES, 28 de feb.
El diccionario define el término 'tergiversar' como la acción de "dar una interpretación errónea o falsa de algo, a menudo con voluntad de ello". Los seres humanos tenemos la peculiaridad de tergiversar, cambiar - a veces sin voluntad- la información que recibimos al querer transmitírsela a otra persona cambiando por completo el sentido de la información.
Un buen ejemplo de ello es un juego que nos hemos cansado de jugar cuando éramos pequeños: el teléfono escacharrado (teléfono roto o descompuesto en otros países). Este sencillo juego consiste precisamente en que los participantes -dispuestos en fila- se diviertan, escuchen y comprueben cómo un mensaje inicial se va tergiversando a lo largo de una cadena de oyentes.
En Facebook se ha hecho tremendamente popular, con más de 30,8 millones de reproducciones, una versión del 'teléfono escacharrado' con mímica en el que el mensaje creado con gestos trata de sortear con éxito una cadena de más de 20 personas.
De lo que se quiso transmitir con el mensaje inicial (arrancar una moto) a lo que terminó llegando (una especie de baile de chiringuito) hay un trecho. Y esto no es más que producto de la finalidad de este juego infantil: corroborar lo difícil que es conseguir que un mensaje inicial llegue intacto de forma indirecta.
