DESCONECTA, 20 abr.
La ultima edición de Britain's Got Talent, el programa de talentos favorito de la televisión británica, está en plena búsqueda y captura de nuevos prodigios con los que sorprender a la audiencia. Jamie Raven, un hombre de 31 años de Ascot, se presentó, como tantos, a probar suerte como mago y terminó consiguiendo que el jurado y el público volvieran a creer en la magia.
Cuando uno cree que lo ha visto todo en la televisión, llega alguien con una nueva proposición y consigue dejarte con la boca abierta. En este tipo de programas de talento, la puesta en escena de un mago tiene que tener ese algo especial para llamar la atención a un público acostumbrado a ver actuaciones de mucho nivel. Sin embargo, el carisma o el enganche que tenga el ilusionista puede conseguir hacernos creer en la magia y no dudar de ella.
Raven consiguió capturar la atención de jurado y público desarrollando un viejo truco de cambiar un billete de valor por otro de mayor valor - en este caso, uno especial dedicado al programa Britain's Got Talent. Después de algunas exclamaciones de sorpresa por parte del jurado, Jamie se preparaba para el truco.
Con una baraja en la mesa en la que un monigote con chistera representaba al mago, el propio Raven pidió a tres de los miembros del jurado que eligiesen un color, una figura y un valor para la carta que tenía que adivinar, dejando la posibilidad al último de todos que respaldase esa elección o propusiese otra distinta. Y así lo hizo Even Simon, quien eligió el 7 de corazones. ¿Y qué pasó entonces? Lo mejor de un truco no es que te lo cuenten.
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Con el público de pie y aplaudiendo visiblemente emocionados tras finalizar el truco, Even Simon sentenció con la frase que avala el cuádruple sí del jurado para la siguiente fase: "Ahora realmente creo en la magia tanto como otros creen en fantasmas".
