DESCONECTA, 25 jul.
Este niño de tan sólo 15 meses de edad reúne todas y cada una de las características que tiene que tener un buen comunicador y líder de masas: buena presencia, empatía, carisma y ese don innato que no se puede explicar con palabras.
Un descubrimiento que hicieron los padres del pequeño en una visita al campamento Rockmont, cuando su hijo se posicionó delante de una multitud de 500 personas, que respondían a sus movimientos con pasmosa sincronización.
Cada vez que el chico aplaudía, una sonora ovación se escuchaba al unísono acompañando sus palmas. Lo mismo ocurría si levantaba las manos o hacía cualquier otro movimiento. El pequeño, anonadado ante la respuesta de la multitud, no puede contener sus emociones y se divierte interaccionando con su entregado público.
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