BAA (Ferrovial) reivindica las "lecciones aprendidas" y recuerda que el propio organismo reconoce las "medidas positivas" adoptadas
LONDRES, 3 Nov. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Eva Martínez Millán) -
El Comité de Transportes del Parlamento británico ha calificado de "vergüenza nacional" la sucesión de fallos en cadena registrados el pasado marzo con la apertura de la terminal 5 del aeropuerto londinense de Heathrow, donde se produjo la pérdida de decenas de miles de maletas debido al colapso del sistema de equipajes y la cancelación de cientos de vuelos.
En su informe, el organismo de la Cámara de los Comunes atribuye el caos que caracterizó el primer mes de las instalaciones a "fallos serios" cometidos por British Airways, como la aerolínea que opera en exclusiva, y al gestor del aeropuerto, BAA, propiedad del grupo español Ferrovial, que sin embargo hoy reivindicó los trabajos acometidos para superar la situación hasta lograr el correcto funcionamiento.
En este sentido, pese a "tomar nota de las conclusiones" del comité y "pedir disculpas, una vez más", por no responder a las expectivas, el operador puso en valor la resolución de los problemas "con rapidez" fruto de la "estrecha relación" de los dos implicados para aumentar el nivel de servicio, así como para implantar cambios como resultado de las "lecciones aprendidas".
Así, frente a las críticas del Parlamento por los primeros pasos de la T5, BAA recordó que el propio comité "reconoce estas medidas positivas", que han hecho que en los siete meses que la terminal lleva abierta los 11,5 millones de pasajeros que la han utilizado tengan un "nivel de satisfacción alto que, de hecho, supera la de sus homólogos europeos de un modo consistente".
Además, el gestor aeroportuario incidió en que actualmente las instalaciones superan "con regularidad" los objetivos marcados en materia de limpieza y señalización, así como en que, en el 98 por ciento de los casos, las colas de seguridad han durado menos de cinco minutos.
RESPUESTAS
Sin embargo, BAA reconoce que el comité parlamentario "no encontró todas las respuestas que buscaba a primera vista", tras haber sido criticada por el hecho de que los problemas "se podrían y deberían" haber evitado con una mejor planificación que habría impedido lo que la presidenta del organismo parlamentario, Louise Ellman, definió como "vergüenza nacional". "Lo que debería haber sido una ocasión para el orgullo nacional fue, de hecho, una ocasión para la vergüenza nacional", incidió.
Así, tras la inauguración presidida por la propia Reina Isabel II el 14 de marzo y la apertura oficial el día 27, se produjo un encadenamiento de problemas consecuencia de la "comunicación insuficiente" entre BA y BAA, además de las negligencias cometidas en la comprobación de los sistemas de las instalaciones y la propia formación de la plantilla.
Al respecto, el comité expresó su "estupor" por el hecho de que ambas compañías sólo decidieran reunirse cuando comenzaron los fallos, en lugar de haberlo hecho antes de la puesta en funcionamiento, un hecho "profundamente condenable". "Estamos sorprendidos hasta que punto BAA había estado esperando lo mejor antes de la apertura", aseveró, tras lo que criticó a su presidente, Nigel Rudd, y a su director ejecutivo, Colin Matthews, por su "falta de ayuda" y de capacidad para dar "explicaciones satisfactorias".
