MADRID, 2 Ago. (EUROPA PRESS) -
El cierre de la fábrica de motores de Tecnocom en Madrid (IB-MEI Madrid) afecta a unos 100 trabajadores, que han pactado, a través de los representantes sindicales las indemnizaciones con las que causarán baja de la empresa, informaron a Europa Press en fuentes de la compañía.
Este acuerdo sobre las indemnizaciones contempla 45 días por año trabajado con un límite de 42 mensualidades más un pequeño ajuste. Dichas indemnizaciones serán satisfechas con la liquidez obtenida tras la realización de los distintos activos de IB-MEI, y habían sido provisionadas en las cuentas de la empresa.
Las causas del cierre se deben fundamentalmente a los costes laborales de la fábrica de Madrid, que no pueden ser repercutidos a los clilentes, por la fuerte competencia de fabricantes establecidos en los Países del Este de Europa, así como por el enorme incremento de los costes de las materias primas que se utilizan en la fabricación de dichos motores (acero, cobre y aluminio).
Además, Tecnocom también ha acordado cesar actividad de la fábrica de motores para electrodomésticos china Jinan IB-MEI Electric, participada en un 70% por Tecnocom, tras haber atentido todos los compromisos de suministro adquiridos. Actualmente, Tecnocom negocia con diferentes grupos industriales la venta de sus líneas de fabricación.
Estas operaciones se suman a la desinversión llevada a cabo el pasado mes de julio con la venta de la compañía IB MEI Mercosul, participada al 100% por la empresa tecnológica, al grupo brasileño Metalcorte, propiedad del empresario Osvaldo Voges por 3,2 millones de euros.
En diciembre de 2005 trabajaban en estas tres fábricas -Madrid, Jinan (China) y Jiundiaí (Brasil)- un total de 290 personas, y con estas desinversiones la compañía consolida la salida de la actividad de la fabricación de motores para electrodomésticos y culmina su proceso de desinversión industrial.
Así, la venta de IB MEI se enmarca dentro de su estrategia de concentración de la totalidad de su desarrollo futuro en los sectores ligados a las telecomunicaciones y a las tecnologías de la información, por lo que comenzó en diciembre de 2005 comenzó a analizar diversas operaciones de puesta en valor de las compañías de motores y de sus activos.
