Economía/Empresas.- Las empresas familiares destacan la importancia de mantener espíritu emprendedor en cada generación

Actualizado: lunes, 6 noviembre 2006 19:57

Cortefiel, Natra y Nefinsa apuestan por potenciar la profesionalidad y conservar el vínculo de la familia en las compañías

VALENCIA, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -

Los miembros de empresas familiares que participaron en la mesa redonda celebrada esta tarde en el 9º Congreso Nacional de la Empresa Familiar que hoy y mañana se desarrolla en Valencia, organizado por el Instituto de la Empresa Familiar (IEF), destacaron hoy la trascendencia de mantener vivo el espíritu emprendedor generación tras generación para asegurar el futuro de estas compañías. Asimismo, apostaron por potenciar la profesionalidad y conservar el vínculo familiar.

Estas ideas fueron defendidas por los participantes en este coloquio, el presidente de Eletres, grupo al que pertenece Cortefiel, Gonzalo Hinojosa; el presidente de Natra, Manuel Moreno, y el consejero-director general del grupo Nefinsa, Pablo Serratosa. El debate fue moderado por el director del Instituto de la Empresa Familiar, Fernando Casado. Durante su intervención, cada uno de los representantes de estas tres firmas expuso la evolución de sus respectivas empresas, desde su creación hasta la actualidad, y los retos a los que a lo largo de los años se han enfrentado.

Casado explicó, antes de iniciarse la mesa redonda, que su hilo conductor se centraba en la preocupación actual de "mantener el espíritu emprendedor" en el seno de la empresa familiar y "transmitirlo de generación en generación". Señaló que los tres ponentes eran aunque "distintos", "ejemplos" del mantenimiento de dicho espíritu "a pesar de los cambios de rumbo" experimentados por cada firma.

Así, el presidente de Eletres, que destacó al inicio de su intervención que una empresa familiar no es algo pequeño aunque lo parezca y resaltó su papel en la creación de empleo y crecimiento, indicó que la mayor parte de las compañías, "en algún momento, son familiares". Sin embargo, apuntó que son "contadas los que pasan de la segunda o tercera generación".

Gonzalo Hinojosa consideró que un problema es hacer convivir "dos sistemas antagónicos", por un lado, "la familia, una institución natural basada en el amor" y, por otro, la empresa "una institución artificial basada en los intereses". En este sentido, consideró "determinante" afrontar un "cambio de rumbo" de la empresa y "adelantarse al futuro, solucionando los problemas antes de que se planteen". Dijo que hay que "dar soluciones en cada momento con la idea global de que lo importante es mantener unida a la familia" porque las medidas "se han de tomar cuando son necesarias, no cuando son imprescindibles".

GESTION Y CONTROL

Asimismo, estimó "fundamental" en cualquier empresa "dividir la gestión del control". Dijo que cuando una compañía es pequeña todo esto puede estar junto pero apuntó que "al crecer, es necesario dividirlo", por lo que insistió en "separar la función de control de la función de gestión". Apuntó que el consejo de una empresa debe controlar y que sus gestores deben gestionar.

Hinojosa, que comentó que entre las funciones de control están las de mantener la exactitud de las cuentas, controlar los inversiones (por exceso o defecto) y motivar y exigir a los ejecutivos, estimó que se debe "preparar a los sucesores en el control del negocio, no en la gestión".

Advirtió de que "cuando no se separan bien estos conceptos y se mezcla gestión y propiedad, la competitividad entre los miembros de la familia puede llevar a la destrucción de la familia, no del negocio". De este modo, defendió la redacción de protocolos familiares --dijo que el de Cortefiel fue el primero en España-- que recojan "un conjunto de normas que regulen las relaciones familiares en el negocio" y "den respuesta al problema típico de la empresa familiar".

Apostó también por que los responsables de la compañía trabajen "con las mismas obligaciones que un trabajador" y por que se vayan acometiendo cambios, dado que "la evolución de los negocios obliga a cambios estructurales. Señaló que su empresa abandonó en 1976 el negocio industrial y pasó a la distribución para más tarde diversificarse y crear nuevas firmas --Springfield, Woman Secret y Milano-- haciendo una "transformación muy grande". Se mostró también a favor la entrada en bolsa de las empresas familiares.

PROFESIONALIDAD

Por su lado, el presidente de Natra apeló a la profesionalidad en este ámbito, en su opinión, una cualidad necesaria para asegurar la evolución de las compañías y definir nuevas estrategias que avalen su futuro. En esta línea, defendió la necesidad de defender nuevas estrategias de negocio, focalizar líneas de negocio y ganar tamaño, así como la búsqueda de nuevos productos. Consideró también necesario tener una presencia global si se cuenta con clientes globales y defendió la cotización en bolsa de las empresas familiares. Dijo que para este tipo de firmar la bolsa es "una salida".

Manuel Moreno puso como ejemplo de estas premisas el grupo Natra. Habló de la evolución de la firma desde que nació en 1943 como una empresa formada por tres familiares que crearon un laboratorio y del cambio generacional que se produjo en 1980, a partir del cual se decidió, por lo problemas que se generaron, diversificar y ampliar el negocio y su capital, además de participar en bolsa.

El consejero-director general de Nefinsa, por otra parte, Pablo Serratosa, apostó por mantener en las nuevas generaciones "el interés y la involucración" de las generaciones anteriores y por "aunar esfuerzos, tanto el familiar ejecutivo como el familiar no ejecutivo", dijo, para que las empresas familiares ejerzan su actividad durante "mucho tiempo". Asimismo, se mostró partidario, como se ha hecho en su grupo, de mantener una "gestión empresarial profesional" pero "sin perder las características del valor familiar".

Serratosa instó también a contar con protocolos que "garanticen la estabilidad" y mecanismos de liquidez "claros". Defendió los "cambios de rumbo" como caminos para garantizar la continuidad de una firma y citó como ejemplo la evolución de los negocios de su familia desde Valenciana de Cementos hasta que se decidió vender esta firma y crear Nefinsa, "asumiendo riesgos y esperando mayor rentabilidad", además de "buscando el liderazgo e invirtiendo en sectores con potencial de crecimiento" como el de las telecomunicaciones, el medio ambiente o la aviación comercial. Se mostró partidario de la adquisición de nuevas empresas y de contar con un grupo empresarial diversificado como el suyo.