Analizará las dos alternativas presentadas por la Xunta, aunque critica que les falta información para saber si son viables
VIGO, 5 May. (EUROPA PRESS) -
Pescanova no descarta la posibilidad de reclamar daños y perjuicios por la inversión de en torno a un millón de euros realizada en la zona de Touriñán en Muxía (A Coruña) para la construcción de una planta de cultivo de rodaballo, después de que la Xunta desautorizase su instalación.
Así lo confirmó el presidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa, quien recordó que el grupo empresarial trabajó durante cinco años para conseguir que los terrenos reunieran las características técnicas y jurídicas adecuadas, así como en la previsión de vías de acceso y electrificación. "Resulta que después de todo esto, el proyecto no les gusta", explicó en referencia al rechazo de la Xunta.
Fernández de Sousa confirmó que Pescanova seguirá defendiendo Cabo Touriñán como la ubicación más idónea para su proyecto, aunque explicó que analizará las dos alternativas que se han vuelto a poner hoy sobre la mesa, en una reunión celebrada hoy con la conselleira de Pesca, Carmen Gallego. Se trata de la de Morás, en Xove, y la Ribadeo.
Tras la reunión mantenida hoy en Santiago de Compostela, los técnicos de Pescanova remitirán por escrito varias preguntas a la consellería, que se comprometió a responder la próxima semana, con el fin de clarificar la situación y viabilidad de las alternativas ofrecidas.
En el caso de Morás, estaría prácticamente descartada, por tratarse de una parcela anexa a la planta de la empresa ya tiene en Xove, mientras que en el de Ribadeo, aseguraron que no hay información suficiente para saber "son emplazamientos reales o sólo potenciales".
DUDAS Y PLAN SECTORIAL
Las principales dudas que Pescanova plantea en torno a las alternativas que ofrece la Xunta, tienen que ver con la situación jurídica de los mismos, ya que desconocen el procedimiento que la administración autonómica usaría para expropiar los terrenos, así como los costes que supondría establecer un sistema de bombeo de agua, o el incierto futuro de las ayudas europeas procedentes de los fondos IFOP.
Por otra parte, Manuel Fernández de Sousa, rechazó las razones esgrimidas por la Xunta para no autorizar la planta en Touriñán, alegando que, aunque la zona está incluida en la Red Natura, la actuación prevista sí estaría permitida.
En todo caso, advirtió de que, habría que barajar la posibilidad de excluir alguna zona del litoral de esa red de especial protección, ya que no hay polígonos o terrenos cualificados donde se puedan desarrollar este tipo de iniciativas.
El presidente de Pescanova, quien valoró la intervención del presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, en este debate --por haber "reactivado" la acción de la consellería-- insistió en que, "si no se puede ganar dinero en Galicia, habrá que irse a otro lado".
Además, Fernández de Sousa incidió en la necesidad de que se ponga en marcha el Plan Sectorial de forma "urgente", para que se cree una "mapa de terrenos cualificados" en los que se pueda desarrollar la actividad de la acuicultura. Así, recordó que, a día de hoy, excluyendo las zonas afectadas por la Red Natura, en la costa gallega quedarían disponibles sólo 20 kilómetros.
