MADRID, 25 Abr. (EUROPA PRESS) -
El director de Organización y Medios de Afinsa, Antonio Giménez-Rico, reconoció hoy ante el Juzgado de Instrucción número 1 de la Audiencia la Audiencia Nacional tener conocimiento de la situación de crisis por la que atravesaba la filatélica en 2003 tras advertir la presencia de los sellos falsos vendidos por el proveedor Francisco Guijarro.
Giménez, que declaró hoy como imputado en el caso ante el juez instructor Santiago Pedraz, admitió su "preocupación" por el gran volumen y el aumento de compromisos con clientes que había adquirido Afinsa, pero afirmó que él pensaba que ésta era una situación que "se podía resolver", según informaron fuentes jurídicas a Europa Press.
A preguntas del fiscal, el imputado tuvo que reconocer, tras pronunciar uno de sus innumerables "no recuerdo", el documento de título 'Cuaderno de crisis', donde se reflejaba el riesgo asociado al aumento de los compromisos con clientes y donde se advertía de la necesidad "imperiosa" que tenía Afinsa de ofrecer nuevos productos.
Durante su declaración, el director de Organización y Medios admitió que la compañía tenía "necesidades de tesorería", para después afirmar que él pensaba que Afinsa "podía pagar a sus clientes", según fuentes jurídicas.
El imputado declaró desconocer la existencia de descuadres contables, negó haber recibido "retribuciones a parte de su sueldo" e incluso "no recordó" su propia caligrafía estampada en un correo electrónico remitido por el director de Contabilidad, Rafael Noguera, de título 'órdenes de pago simuladas' en el que aparecía escrita la palabra estafa, según informaron fuentes jurídicas.
FILOSOFÍA DE REVALORIZACIÓN
A preguntas del fiscal, Giménez afirmó que la filosofía de Afinsa se basaba en "la revalorización de los sellos", un aumento de precio reflejado en unos catálogos que definió como "objetivos".
El imputado explicó que los precios del catálogo estadounidense Brookman, propiedad de Afinsa, eran fijados por la propia compañía pero "no pudo responder" a la pregunta de si la filatélica tenía interés en que nadie supiera que ellos ponían los precios, tal y como se desprende en numerosos documentos intervenidos en las sedes de la compañía.
Giménez se desvinculó de la redacción de los nuevos contratos que preparaba Afinsa cuando fue intervenida, negó cualquier acuerdo con Fórum para la redacción de contratos similares y admitió tener "información parcial" sobre los informes de auditorias externas que advertían de la ilegalidad de utilizar términos financieros en los contratos y en la información que se proporcionaba a los clientes.
El Director General de Afinsa, Vicente Martín Peña, era la persona que le mantenía al corriente de las decisiones tomadas por el consejo de administración.
A preguntas de los abogados particulares, el imputado negó conocer si Afinsa entregaba a los inversores anticipos cinco días antes de la firma del mandato de compra de filatelia. El imputado explicó que estos pagos se materializaban "el mismo día de la firma", el letrado desbarató su contestación mostrando pruebas documentales.
El imputado declaró no recordar su relación con el proveedor de sellos Francisco Guijarro, afirmó que los sellos falsos proporcionados por éste fueron retirados "hace tres años" y que a raíz de esta crisis se redactó el 'Manuel de compras' para garantizar que la situación "no se volviera a producir", según fuentes jurídicas.
