Los ministros de Economía de la UE creen que el proteccionismo no es una respuesta válida a la globalización

Actualizado: sábado, 8 abril 2006 20:09


VIENA, 8 Abr. (EUROPA PRESS/Juan Sanhermelando) -

Los ministros de Economía de la Unión Europea afirmaron hoy que el proteccionismo no es una respuesta válida frente a la globalización porque no resuelve los problemas sino que crea más dificultades a largo plazo. A su juicio, es imprescindible aprovechar las oportunidades de la globalización, completando el mercado interior y reduciendo la burocracia, y atenuar al mismo tiempo sus consecuencias negativas, como la pérdida de puestos de trabajo.

Este discurso liberal contrasta acentuadamente con los enfrentamientos vividos en los últimos meses a raíz de las fusiones transfronterizas, que llevaron al presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, a arremeter contra el "nacionalismo económico" de los Estados miembros. Los casos más polémicos se refieren a las trabas del Gobierno español a la OPA de al alemana E.ON sobre Endesa o la fusión entre Gas de France (GdF) y el grupo franco-belga Suez, que se ha interpretado como una maniobra de París para impedir una OPA de la italiana Enel.

La globalización centró el debate de la sesión final del Ecofin informal de Viena, que contó con la presencia de los presidentes de Telefónica, César Alierta; Nestlé, Peter Brabeck-Lethmathe; y Wolkswagen, Bernd Pischetsrieder, que expusieron los problemas con los que se encuentran las empresas para invertir en la Unión Europea.

El ministro de Finanzas británico, Gordon Brown, y el sueco, Pär Nuder, presentaron una propuesta conjunta en la que abogan por una mayor liberalización.

El vicepresidente segundo y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, dijo que no se trata de estar "a favor o en contra" de la globalización, sino que la globalización "existe y está ahí". Los ministros de Economía de los Veinticinco están de acuerdo, subrayó, en que la mejor forma de hacerle frente es con un mercado interior más eficiente, y combatiendo la "percepción negativa" entre la opinión pública, que atribuyó a que "los beneficiarios no aparecen defendiéndola", mientras que son muchos los que la atacan.

"Hay un consenso absoluto que el proteccionismo no es la solución.

El proteccionismo pospone la solución de los problemas, no resuelve los problemas, lo que sirve es para retrasar la solución y muchas veces para crear más dificultades a medio y largo plazo", señaló Solbes.

"Frente a esa idea subyacente de que hay una tendencia a un mayor proteccionismo en Europa, yo hoy sacaría la conclusión de nuestro debate en el consejo Ecofin que más bien al contrario, que todo el mundo es consciente que hay algunos temas puntuales que hay que corregir y que hay que seguir adelante en la buena dirección", insistió. Durante el debate de los ministros "nadie habló de OPAs" de manera indirecta, aunque sí que hubo una serie de "alusiones".

Pese a oponerse al proteccionismo, Solbes insistió en considerar la energía como un caso especial porque no existe un auténtico mercado interior y hay que garantizar la seguridad de suministro. En este sentido, calificó de "broma" que "los países que más han privatizado sean los más criticados", en referencia a los ataques de la Comisión a España, y dijo que ello conduce al "disparate" de considerar que la solución al problema pueda ser "renacionalizar la industria de la energía".

El ministro de Finanzas austriaco y presidente de turno del Consejo, Karl-Heinz Grasser, insistió en que "el proteccionismo aumenta el problema", mientras que la liberalización tiene "ventajas" al fomentar el crecimiento y el empleo. Por ello abogó por más liberalización, más desregulación y por completar el mercado interior. En este sentido anunció que este mismo año se pondrá en marcha un "plan concreto" para completar el mercado interior y resolver los problemas pendientes.

El comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, afirmó que la cuestión clave es "convencer a los consumidores y a los inversores de las oportunidades y desafíos de la globalización". También reiteró la necesidad de acabar con los obstáculos al mercado interior e impedir el proteccionismo para incrementar la competitividad.

"Necesitamos desarrollar y completar el mercado interior y convencer a los ciudadanos de que esta es la mejor vía", señaló.

"FLEXIGURIDAD"

El Ecofin respaldó el concepto de "flexiguridad", acuñado por Dinamarca y presente también en el documento de Reino Unido y Suecia, como fórmula frente a la pérdida de empleos que provoca la globalización y las deslocalizaciones de empresas. Solbes destacó la necesidad de que el mercado laboral sea "lo suficientemente flexible" --lo que a su juicio no equivale a la "desprotección"-- para "adaptarse a los nuevos retos y poder avanzar más en la transferencia de cierto tipo de actividades de sectores sin futuro a sectores con futuro".

"La idea subyacente es debemos proteger a las personas, no a los empleos", explicó el vicepresidente. "El que como consecuencia de la transformación de la sociedad tenga dificultades, en sociedades relativamente ricas como son las nuestras, no puede dejar de tener una cierta protección, pero la protección no quiere decir que tenga que seguir trabajando en el mismo sitio, en algunos casos tendrá que llevar a cabo otro tipo de actividad", añadió. Ello plantea, en su opinión, "numerosos problemas" vinculados a la formación continua y a la necesidad de ser más eficientes.

La misma reflexión fue repetida por Grasser, mientras que el presidente de Nestlé dijo que la UE tiene que utilizar las herramientas que tiene "para crear nuevos empleos, no para proteger los viejos empleos". Dijo también que la globalización permite crear nuevos puestos de trabajo, pero que Europa no se ha aprovechado de esta posibilidad por la excesiva burocracia.

En su documento conjunto, Reino Unido y Suecia proponían crear un nuevo grupo de expertos en Competencia que investigue aquellos sectores que no están lo suficientemente liberalizados. La idea fue rechazada tanto por la Comisión como por Francia. Almunia dijo que todos los ministros están de acuerdo en que sea el Ejecutivo comunitario el que aplique las reglas de competencia con independencia y apoyan a la comisaria de Competencia, Neelie Kroes, en sus tareas. El ministro de Economía francés, Thierry Breton, dijo que con ello se crearía más burocracia.

El presidente de Telefónica destacó la "importancia" del "mercado único de verdad" para el desarrollo de la competitividad europea.

"Veinticinco regulaciones diferentes con 18 mercados en cada país dificultan la inversión. Te encuentras con una competencia basada en la regulación, en lugar de una competencia basada en el mercado, que sería lo mejor para los competidores, para las compañías y para el desarrollo de la tecnología europea", apuntó.

Por su parte, el presidente de Volkswagen destacó el daño que está provocando la fortaleza del euro a las exportaciones de la UE, aunque el comisario de Asuntos Económicos insistió en que los tipos de cambio no son el auténtico problema de Europa.