LONDRES, 15 Ago. (EUROPA PRESS) -
Los precios del petróleo prosiguen su tendencia a la baja tras el alto el fuego en Líbano. El barril de Brent de Mar del Norte bajó ayer cerca de un dólar tras darse a conocer el acuerdo, paso clave hacia la paz después de un mes de ofensiva armada israelí contra el país.
Por otro lado, la decisión de BP de mantener abierta una de las alas del yacimiento de Alaska, anunciada el pasado viernes, tiró de los precios a la baja.
El barril de Brent se cambiaba esta mañana por 73,76 dólares en el International Petroleum Exchange (IPE) de Londres, 67 centavos menos que a primera hora de la mañana, durante la que llegó a marcar 74,40 dólares.
En el Nymex de Nueva York, se repetía el mismo escenario. El Texas 'sweet light' se compraba por 73,05 dólares tras abrir cerca de los 74 dólares.
El gobierno israelí aprobó este domingo la resolución adoptada el viernes por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas de alto el fuego. Esta decisión supone un paso clave de cara al fin del conflicto que desde el pasado mes enfrenta a la milicia chii-libanesa Hezbolá con el ejército hebreo tras el secuestro de dos soldados israelíes.
Esta noticia ha supuesto un alivio para un mercado preocupado por el suministro, ya que una guerra en la zona podría generar serios problemas en la producción, especialmente si finalmente Irán, tercer productor mundial de crudo, decidía involucrarse en el conflicto armado.
Además, los precios del petróleo subieron cerca de dos dólares la pasada semana tras anunciar BP que cerraría el pozo de Prudhoe Bay, el mayor de Alaska, que genera diariamente 400.000 barriles, el 8% de la producción estadounidense.
El pasado viernes, BP, que había tomado esta drástica decisión por la detección de severos problemas de corrosión en sus tuberías, anunció que mantendría abierta el ala este del yacimiento, con lo que se garantizarían 200.000 barriles diarios de suministro, lo que proporcionó un respiro al mercado, que también sufrió altibajos durante la semana pasada por el temor a atentados terroristas tras la desarticulación de un complot en Londres para explosionar bombas en aviones comerciales.
