MADRID, 30 Oct. (EUROPA PRESS) -
El consejo de administración de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) recomendará previsiblemente al Ministerio de Industria que permita que en algunos casos las distribuidoras de electricidad se hagan cargo de la administración de redes de 220 kilovoltios (kV) como la de la estación de Maragall, con el objetivo de primar la funcionalidad y evitar apagones como el de este verano en Barcelona, indicaron fuentes del organismo a Europa Press.
El consejo de administración del regulador se reunió hoy para analizar sus recomendaciones a Industria acerca del apagón del 23 de julio en Barcelona, y espera aprobar "en las próximas fechas" un texto definitivo.
El consejero Sebastià Ruscalleda, que ejerce de ponente, ha aceptado incorporar nuevas iniciativas presentadas por otros consejeros para contar con un documento único que suscite la unanimindad del órgano o al menos una amplia mayoría.
Entre otros aspectos, Ruscalleda ha aceptado el análisis de instrumentos normativos que definan claramente la diferencia entre transporte y distribución, a la vista de que existen "carencias normativas" en esta segunda actividad, señalan las fuentes.
La iniciativa incorporada aboga por que la actividad de distribución pueda coordinarse convenientemente con la red de transporte. Además, defiende que las líneas consideradas hasta ahora de transporte pasen a estar administradas por los distribuidores cuando tengan esta función.
La legislación actual establece que las líneas de 220 kV y de 400 kV son de transporte y, por lo tanto, dependen de Red Eléctrica de España (REE). De prosperar la propuesta contemplada hoy por la CNE, el regulador pedirá que no sólo se tenga en cuenta la tensión sino también la función de las líneas a la hora de diferenciar entre transporte y distribución.
Por otro lado, la CNE también propondrá que se establezcan mecanismos que permitan esclarecer en casos como el del apagón de Barcelona las responsabilidades del transportista y del distribuidor, así como soluciones que eviten futuros conflictos entre el operador y el transportista.
A comienzos de octubre el regulador presentó su informe técnico sobre el apagón de Barcelona, en el que describió los incidentes técnicos que provocaron el corte de suministro, y se comprometió a proponer antes de fin de mes medidas que impidan que se produzcan apagones como el de este verano.
En total, 323.337 clientes resultaron afectados por el incidente. El suceso de Collblanc afectó de forma inmediata a 40.000 usuarios, mientras que el resto resultó afectado cuando se produjo el incendio de Maragall.
