Promueve la construcción de un gaseoducto en el Báltico en el que participarán E.ON y Gazprom
BRUSELAS, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -
El ex canciller de Alemania, Gerhard Schröder, afirmó hoy que Rusia es el suministrador "más fiable" que ha tenido la UE desde la Guerra Fría, con el que "nunca hemos tenido ningún problema de suministro" y desde luego mejor que otros productores a los que podría recurrir Europa, entre los que citó a Argelia, Libia o Irán, país con el que recordó que no podría trabajar ninguna compañía europea después de las sanciones económicas impuestas por la ONU.
"No creo que haya otro suministrador más seguro que Rusia, no podemos concebir el suministro de la UE sin Rusia", dijo y añadió que hay que ser "realistas" y saber que "no podemos cambiar de alternativas" por lo que respecta a los suministradores energéticos a la UE.
Schröder hizo estas declaraciones en la rueda de prensa con la que concluyó el viaje que realizó a Bruselas en calidad de consejero de la compañía Nord Stream, la encargada de realizar el ingente proyecto construir un gaseoducto entre Rusia y Alemania que atravesará el mar Báltico. Durante la jornada se reunió con los comisarios de Energía, Andris Piebalgs, y de Industria y Empresa, Günter Verheugen.
Según explicaron el ex canciller alemán y el presidente de la compañía, Matthias Warnig, se trata de un consorcio en el que intervienen las "compañías privadas" Wintershall AG/BASF, E.ON Ruhrgas y la rusa Gazprom para construir una nueva vía de transporte del gas ruso no sólo hacia Alemania, sino a toda la UE.
Actualmente, la UE consume 600.000 millones de metros cúbicos de gas al año, que serán 700.000 en 2015. Schröder afirmó que la infraestructura actual "no lo permite" y que el gaseoducto por el mar Báltico permitirá la llegada de 55.000 millones de metros cúbicos anuales.
La inversión necesaria para el proyecto está cuantificada en unos 12.000 millones de euros, para lo que Nord Stream no descarta solicitar financiación al Banco Europeo de Inversiones (BEI). A este respecto, tanto Schröder como Warnig insistieron este miércoles en que los países de la UE designaron el año pasado "por unanimidad" a este proyecto como uno dentro de las redes transeuropeas de transporte.
Schröder se presentó como un gran defensor de un proyecto en el que, dijo, participa con responsabilidades exclusivamente económicas, no políticas, lo que le lleva a avalar las decisiones de los socios inversores, entre ellas, la búsqueda del "trazado ideal" de un gaseoducto que pasará cerca de las costas de los países bálticos y tendrá un tramo terrestre en Alemania, pero evitará pasar por el territorio de Polonia.
DEFENSA DE RUSIA
El ex canciller también se desmarcó de las acusaciones que existen contra Gazprom en Alemania en referencia a presuntos casos de corrupción e insistió en defender a Rusia como el mejor suministrador de energía de la UE, negando que nunca haya habido ningún problema en este sentido y minimizando los cortes de gas con el que empezaron los años 2006 y 2007, desde Ucrania y Bielorrusia respectivamente.
Manifestó estas opiniones, precisamente cuando la UE apuesta por diversificar las fuentes de energía para evitar una excesiva dependencia del que ahora es su principal suministrador, Rusia.
En opinión de Schröder, no existe una "dependencia unilateral", sino "interdependencia", debido a que el suministrador también necesita a quien le compra la energía. En este sentido, destacó que el proyecto de Nord Stream, que cuenta entre sus socios con Gazprom, supone que "el suministrador está integrado en la red de distribución, se reduce la dependencia unilateral en la medida en que el suministrador está implicado".
Por otra parte, reclamó "realismo" porque, dijo, "cuando se busca la reducción de la dependencia hay que saber dónde buscar las alternativas". Añadió que "más allá de Noruega", la UE no tiene más opciones que volverse a Argelia, Nigeria, Libia, Qatar o Irán.
Afirmó además que "desde la Guerra Fría, nunca hemos tenido problemas de aprovisionamiento" con Rusia, y descartó como tales a los recientes cortes del suministro a Ucrania y Bielorrusia, que revirtió en interrupciones en algunos países de la UE.
Definió estos dos casos como polémicas netamente "económicas", originadas por la compra por parte de Kiev y Minks de gas a precio menor que el de mercado y bajo la máxima de que "un estado soberano no puede subvencionar a otro estado soberano". Asimismo, afirmó que la UE nunca sufrirá lo que ocurrió en Ucrania y Bielorrusia, puesto que los Estados miembros pagan el gas a precio de mercado.
Por otra parte, tanto Schröder como Warnig insistieron en la total "transparencia" de un proyecto que tiene la intención de escuchar las "preocupaciones" de todos para tratar de resolverlas. Dos de ellas son las que han planteado Suecia, que considera que la construcción del gaseoducto supondrá un incremento de la presencia de la Marina rusa en el Báltico, y Polonia.
Varsovia reprocha que el gaseoducto rodee su territorio y aunque Schröder se mostró dispuesto a mantener todos los contactos que sean necesario con el Gobierno polaco, pero insistió en que el trazado actual es el que han decidido los socios capitalistas y recordó a Polonia que para poder beneficiarse del gaseoducto tendría que firmar un contrato con Gazprom.
