MADRID, 24 Nov. (EUROPA PRESS) -
La producción eólica no tiene responsabilidad en el corte de suministro aplicado el lunes por Red Eléctrica de España (REE) a los grandes consumidores industriales para responder a la fuerte demanda, asegura la Asociación Empresarial Eólica (AEE) en un comunicado.
La patronal eólica lamenta los comentarios difundidos tras el corte del lunes en los que se atribuía el incidente a caídas de viento y a la vulnerabilidad de la aerogeneración.
Para los productores de energía eólica, las atribuciones de causas erróneas de los últimos días responden a "un intento de desprestigiar a una tecnología que cada día está más integrada en el sistema por el esfuerzo conjunto entre el sector y el operador del sistema".
AEE explica que a las horas de máxima demanda del lunes, entre las 17.30 y las 22.30 horas, había disponibles 4.000 megavatios (MW) de eólica, lo que equivale a cerca del 10% de la demanda total.
Ayer, el secretario general de Energía, Ignasi Nieto, indicó que el lunes había 10.000 MW no operativos, de los que 2.500 MW procedían de paradas justificadas de centrales nucleares y otros 7.500 MW de la inactividad injustificada de centrales de ciclo combinado, de carbón e hidráulicas.
"AEE lamenta que una vez más, y sin ninguna base real como en tantas ocasiones, se haya culpabilizado a la eólica de un incidente en la red al que es totalmente ajena", afirma la organización.
Por otro lado, la cobertura del 10% prestada durante los picos de demanda del lunes equivalen a los porcentajes medios registrado por la eólica en los últimos doce meses.
"Las informaciones posteriores han aclarado que la alta indisponibilidad de los grupos térmicos y la parada de dos nucleares están en el origen del incidente", señala AEE, para la que es "inusual" la poca actividad de las centrales térmicas en un periodo de fuerte demanda.
Además, la asociación considera que el debate acerca de la escasa aportación de la eólica en determinados momentos "debe ser un debate superado", ya que el empleo de esta tecnología se justifica a partir de ventajas como su carácter autóctono, la ausencia de emisiones y residuos, el ahorro en importaciones de combustibles fósiles, la creación de más empleo que las tecnologías convencionales y la existencia de un sector industrial sólido.
