La energía fue el asunto prioritario de 2006 en la UE

Actualizado: domingo, 31 diciembre 2006 18:00


BRUSELAS, 31 Dic. (EUROPA PRESS) -

La Unión Europea vivió en 2006 otro año de parálisis y falta de iniciativas de calado como consecuencia del 'no' de Francia y Países Bajos al Tratado constitucional en la primavera de 2005.

El año se inició con una grave crisis energética por la decisión de Rusia de cortar el suministro de gas a Ucrania, lo que afectó indirectamente a muchos países europeos. Ello hizo que los líderes de los Veinticinco tomaran conciencia del alto grado de dependencia energética de la UE y situó esta cuestión como máxima prioridad para el resto del año, aunque la falta de acuerdo entre los Estados miembros impidió realizar avances destacados.

En marzo, el Ejecutivo comunitario presentó un Libro Verde con una estrategia europea para una energía sostenible, competitiva y segura, que contenía propuestas para mejorar las interconexiones, promover una separación más clara entre la producción y la distribución o crear un regulador europeo único, propuestas recibidas con escepticismo por los Estados miembros, y a finales de año hizo público un ambicioso plan de eficiencia energética para reducir un 20% el consumo de aquí a 2020.

También se apostó por reforzar las relaciones con los principales proveedores, especialmente con Moscú. Para ello estaba previsto lanzar a finales de noviembre las negociaciones para un nuevo acuerdo de Asociación UE-Rusia, con un capítulo prioritario dedicado a cuestiones energéticas, pese a la preocupación que suscitaba en muchos sectores este mayor acercamiento a los rusos por el deterioro de la situación de los Derechos Humanos bajo el Gobierno de Vladimir Putin. Sin embargo, Polonia acabó vetando la aprobación del mandato negociador porque Rusia prohibía las importaciones de carne polaca.

Todos los esfuerzos por poner en marcha una política energética común se vieron además socavados por la guerra de las OPAS entre los Estados miembros. El Ejecutivo comunitario lanzó hasta 4 expedientes contra España por obstaculizar indebidamente la oferta de la alemana E.ON sobre Endesa, mientras que el Gobierno francés promovió la fusión entre Suez y Gaz de France para evitar una OPA hostil de la italiana Enel. Bruselas aprobó finalmente esta fusión pero obligó a fuertes desinversiones a Suez y Gaz de France para evitar problemas de competencia.