Los españoles pagarían más por energías menos contaminantes pero se resisten a dejar el coche o gravar más la gasolina

Actualizado: domingo, 10 febrero 2008 17:01


MADRID, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -

La mitad de los españoles está dispuesto a pagar más por energías menos contaminantes, pero la mayoría se opone a restricciones del uso del coche o gravar con más impuestos los carburantes convencionales. Así lo pone de manifiesto el estudio 'Percepciones y actitudes de los españoles hacia el Calentamiento Global', presentado por la Fundación BBVA y realizado entre el 8 de noviembre y el 14 de diciembre de 2008 a través de más de 2.000 entrevistas personales a personas mayores de 15 años.

Concretamente, un 40 por ciento pagaría entre 5 y 10 euros más en la tarifa eléctrica si procediera de fuentes renovables, como energía solar o eólica, mientras que el 30,9 por ciento asumiría un coste hasta 10 céntimos más alto por litro por gasolina mezclada con biocarburantes y otro 17 por ciento lo elevaría entre 11 y 30 céntimos más.

Igualmente, casi tres de cada cinco españoles está dispuesto a que la tarifa eléctrica sea más cara a medida que se consume más (política tarifaria por tramos), más de la mitad también aplicaría impuestos a los automóviles según emisiones de CO2 (nuevo impuesto de matriculación) y un 84 por ciento multaría a las empresas que no reduzcan sus emisiones. Ahora bien, casi seis de cada diez se a niega incrementar los impuestos a la gasolina, un 42,8 por ciento rechaza restringir el uso del coche y casi dos tercios no apoya un incremento lineal de la tarifa eléctrica.

En definitiva, un 72 por ciento de los ciudadanos parece dispuesto a introducir cambios en su modo de vida. "Los españoles están dispuestos a aceptar medidas que penalicen un mayor consumo, pero son más reacios a aquellas imposiciones o restricciones que afectan a todos por igual", explicó la coordinadora del informe, Beatriz Vilchez.

El estudio también revela que, en comparación con anteriores consultas de la misma naturaleza, se ha incrementado la sensibilización hacia el calentamiento global entre los españoles, pese a que un 42 por ciento cree que no está suficientemente informado sobre lo que puede hacer personalmente para mitigar los efectos del cambio climático.

CON CONSECUENCIAS EN ESPAÑA YA

Eso sí, nueve de cada diez españoles han oído hablar del calentamiento global y hasta un 86 por ciento reconoce que la actividad humana es la responsable. En España, cuatro de cada diez entrevistados entiende que este fenómeno ya tiene consecuencias: un 82 por ciento cree que en los últimos 20 años ha aumentado la temperatura de su región, un 76 por ciento opina que el clima es más variable y un 66 por ciento constata que las precipitaciones han disminuido.

Igualmente, consideran (82 por ciento) que el calentamiento global es un problema importante para sus familias y para ellos y que lo será también para las generaciones futuras (93 por ciento). No obstante, una amplia mayoría es optimista y cree que se trata de un problema "reversible" (70 por ciento), aunque exige una actuación inmediata (82 por ciento). Un 68 por ciento apuesta por la tecnología para luchar contra el fenómeno.

ESTRATEGIA INTERNACIONAL

En todo caso, el cambio climático exige, para más del 80 por ciento de los consultados, una estrategia internacional, que debería afectar a todos los países por igual (48,4 por ciento) o a cada país según sus circunstancias (32,5 por ciento). Estas acciones deberían ponerse en marcha incluso aunque se redujera el crecimiento económico para dos de cada cinco españoles, y sólo si los costes para la economía no son demasiados para otro 40 por ciento.

Una mayoría relativa no cree que el desarrollo económico de los países emergentes o desfavorecidos esté por delante de su obligación de luchar contra el calentamiento del planeta. Respecto al Protocolo de Kioto, cuatro de cada cinco españoles valora positivamente la adhesión de España.

Curiosamente, los españoles atribuyen la mayor contribución de gases contaminantes a Estados Unidos, UE, China, Japón, Latinoamérica, India y Africa (por este orden), mientras que la lista de los más contaminantes es, según la ONU: Estados Unidos, China, UE, Rusia, India y Japón.