El Foro Cluster de Energía 2006 advierte del riesgo de colapso del suministro mundial de energía

Actualizado: domingo, 1 octubre 2006 20:00


BILBAO, 1 Oct. (EUROPA PRESS) -

Expertos en diferentes campos relacionados con la energía procedentes de Estados Unidos, Australia, Alemania y España coincidieron hoy en advertir de los riesgos de colapso del suministro mundial de energía a medio plazo, en el marco de la celebración del Foro Cluster de Energía 2006, que tuvo lugar esta mañana en el Parque Tecnológico de Vizcaya.

Los diversos ponentes coincidieron en señalar la necesidad de que los gobiernos -especialmente los de los países industrializados y los de las nuevas potencias emergentes como China o India- adopten cuanto antes medidas ante el incremento de la demanda mundial de energía y el agotamiento de las reservas de combustibles fósiles.

Los participantes en el Foro también señalaron que las fuentes de energía renovables constituyen una parte de la solución, pero no se vislumbra un escenario en el que sean capaces de asumir el 100% del suministro energético mundial. En consecuencia, la potenciación de nuevas fuentes como la eólica y la solar deberá combinarse con medidas de ahorro y de eficiencia en el consumo, además de la energía de origen nuclear, la hidráulica, el gas natural y el carbón.

Mariano Marzo, experto en temas relacionados con la exploración y producción de hidrocarburos de la Universidad de Barcelona, abogó por buscar el balance entre factores económicos, ambientales y energéticos, si bien advirtió que "vivimos, y vamos a seguir viviendo al menos durante los próximos 25 años, en la época de los hidrocarburos".

DEMANDA CRECIENTE

El profesor Marzo subrayó los problemas relacionados con la seguridad del suministro en un cuadro de demanda creciente: concentración de las reservas en áreas inestables y titularidad estatal de las mayores reservas de petróleo y gas.

Por ello, apostó por una combinación de medidas: eficiencia, ahorro, traslado al consumidor de los costes reales de la energía, fuentes renovables pero también energía nuclear, así como uso de combustibles fósiles "limpios". En este sentido, indicó que el carbón, del que el mundo desarrollado cuenta con significativas reservas, puede convertirse en "la gran esperanza negra para los países industrializados", siempre y cuando se ponga a punto la tecnología que minimice su impacto ambiental.

Por su parte, Greg Tegart, investigador y profesor de la Universidad de Melbourne y consejero del Gobierno australiano en materia de ciencia, tecnología y Medio Ambiente, se centró en el análisis de la región Asia-Pacífico, que incluye el eje India-China-Japón, todo el sureste asiático y el continente austral, y que en 2010 constituirá el primer consumidor mundial de energía.

"Necesitamos integrar diversas tecnologías, porque ninguna por sí sola va a ser la solución", destacó, para destacar la necesidad "imperiosa" de reducir las emisiones de CO2. En este sentido, reivindicó la necesidad de una "firme voluntad política", con medidas a corto plazo dirigidas al ahorro y la eficiencia energética, el incremento en el uso del gas natural, la potenciación de las energías solar y eólica, los vehículos híbridos y el desarrollo del "carbón limpio" y de las técnicas del secuestro o fijación y almacenamiento del carbono en los suelos.

ENERGIAS RENOVABLES

También intervino Cayetano López, director general adjunto del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT), quien se encargó de exponer el papel de las energías renovables, a las que describió como "parte de la solución, pero no toda la solución".

Según dijo, sus ventajas "son claras: están repartidas en todo el mundo, y singularmente en los países menos desarrollados; son inagotables, al menos en teoría; tienen un mínimo impacto ambiental, crean empleo y hacen uso de suelos improductivos, especialmente en zonas desérticas". Sin embargo, el director del CIEMAT puso igualmente de manifiesto que se trata de tecnologías caras, dispersas, que consumen mucho territorio, y en definitiva que "no es sensato pensar que puedan sustituir a todas las fuentes convencionales en varias generaciones".

Por su parte, Timon Wehnert, del Instituto alemán IZT especializado en prospecciones sobre el futuro y valoraciones sobre energía, expuso las conclusiones de un detallado estudio europeo sobre la cuestión energética.

En este sentido, afirmó que por un lado los modelos "economicistas" subestiman las tecnologías emergentes, y que los expertos muestran un gran "optimismo tecnológico", si bien puntualizan que estos desarrollos no se producirán "porque sí", sino propiciados por condicionantes favorables.

EFICIENCIA ENERGETICA

Una mayor eficiencia energética es la prioridad número uno en el ámbito europeo, y la alta valoración de las fuentes renovables suscita igualmente el consenso en el Viejo Continente. Por contra, la controversia es considerable a la hora de valorar el papel de las centrales nucleares y de la captura y almacenamiento del CO2.

El gas natural aparece como "alternativa-puente", si bien plantea problemas de infraestructuras y de dependencia de los países productores, y el desarrollo de tecnologías para el almacenamiento de energía -en particular del Hidrógeno- aparece como elemento clave. Wehnert concluyó señalando que "la tecnología puede constituir la diferencia, siempre y cuando los gobiernos implementen medidas para promover la inversión en eficiencia energética".

El cuarto ponente fue Richard L. Garwin, doctor en Física, profesor en las universidades de Columbia y Harvard, y asesor científico de la Casa Blanca. Testigo directo del surgimiento y desarrollo de la energía nuclear en su doble vertiente de uso civil y militar, Garwin señaló que a la hora de elegir alternativas "a la dificultad de la elección en sí misma, se añade un considerable número de propagandistas, grupos de presión, abogados de uno y otro bando más interesados en confundir a la opinión pública que en explicar sus puntos de vista".

Tras apuntar que el futuro de la energía nuclear está condicionado por los accidentes de la Isla de las Tres Millas de Pennsylvania en 1979 y sobre todo por el de Chernobil en 1986, subrayó que la energía nuclear es una alternativa ante el grave problema del cambio climático y el calentamiento del planeta, y suscribió la conclusión del Massachusetts Institute of Technology (MIT): "En las próximas décadas, hay sólo unas pocas opciones realistas para reducir el CO2: incrementar la eficiencia; extender el uso de renovables; centrales térmicas de carbón capaces de la captura y el secuestro de carbono: e incrementar la energía nuclear".