Los intereses nacionales impiden un nuevo avance del mercado energético europeo

Actualizado: sábado, 25 marzo 2006 22:00


BRUSELAS, 25 Mar. (EUROPA PRESS) -

Los líderes europeos sacaron ayer en la Cumbre de Bruselas toda su artillería dialéctica y estadística para justificar sus actitudes proteccionistas en materia energética, mientras, sobre el papel, se limitaron a reiterar su viejo compromiso de lograr la liberalización del gas y la electricidad total en 2007. En el tintero quedó la idea de crear un regular europeo y reforzar el sistema común de reservas estratégicas, a pesar del terremoto que afecta a los mercados energéticos por la guerra de OPAs y de que los precios siguen altos y amenazan las tasas de crecimiento.

El presidente del Consejo Europeo, el canciller austríaco, Wolfgang Schuessel, dijo que las dos jornadas de trabajo que terminan hoy culminan en un "compromiso claro en materia energética, para que el mercado sea más transparente, competitivo y abierto". "En las conclusiones hemos incluido como objetivo la liberalización del mercado de energía y electricidad para el 2007. Necesitamos una industria competitiva en un mercado abierto", dijo, al tiempo que -en un intento de diluir las suspicacias-- aseguró que "nadie se ha abstenido y nadie ha criticado este enfoque".

Sin embargo, lo cierto es que cada uno de los jefes de Estado utilizaron sus comparecencias públicas para demostrar que, al menos ellos, han cumplido con las reglas de la liberalización pactada hace ya seis años y los principios de la libre competencia.

El primer ministro británico, Tony Blair, explicó que la electricidad en Reino Unido es abastecida por una compañía francesa, el agua por una alemana y tres de las empresas de gas no son británicas. "El asunto es que cuanto más abramos el mercado, mejor será para empresas y consumidores en toda Europa", argumentó, en contra de lo que denominó "la intervención del Estado".

Por su parte, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aprovechó la cita para anunciar que ya ha remitido una contestación "argumentada" a la Comisión Europea sobre el decreto que faculta a la Comisión Nacional de la Energía (CNE) para analizar la OPA de E.ON sobre Endesa.

El presidente del Gobierno afirmó que, más allá de este asunto, los 25 son conscientes de que el "bien" llamado energía tiene una "singularidad extraordinaria", en el sentido de que "los capitales circulan libremente, pero la energía no".

Recordó que España es una isla energética con una capacidad de interconexión de sólo el 2,7%, y que hay distintas legislaciones en los 25 países, distinto grado de intervención en sus marcos regulatorios y distinta estructura de capital en las empresas energéticas, con sólo dos países donde están totalmente privatizadas: España y Reino Unido.

"Es evidente que en la Unión Europea tenemos un trabajo por delante extraordinariamente arduo en energía y urgente", subrayó Rodríguez Zapatero.

El presidente defendió la necesidad de una "política común de la UE" en materia de energía, pero que combine "principios esenciales" como la cooperación para la seguridad en el suministro, las políticas para incrementar las energías renovables, y la cooperación para que el mercado sea "eficiente", en beneficio de los consumidores.

Por su parte, el presidente francés, Jacques Chirac, negó cualquier actitud "proteccionista" en su oposición a la OPA hostil que planeó lanzar la compañía eléctrica italiana Enel sobre el grupo franco-belga Suez y explicó que su rechazo se debió a que se trataba de una operación "puramente financiera".

Chirac rechazó las "malinterpretaciones" de "observadores malintencionados" y que se pueda acusar a Francia de país proteccionista por impulsar la fusión entre la compañía francesa Gaz de France (GDF) y Suez, que ha sido interpretado como un intento por parte de París de abortar la planeada OPA hostil de Enel sobre Suez.

REGULADOR

La reunión no sirvió para desbloquear la idea de crear un regulador europeo fuerte en materia de energía, que sirviera a poner orden en la multiplicidad de marcos legales y situaciones nacionales actuales.

La propia canciller alemana, Angela Merkel, que llegó a Bruselas con el antecedente de las medidas tomadas por el Gobierno español contra la OPA de la germana E.ON, calificó de "compromiso bueno" e "inteligente" el resultado. Explicó que los líderes han elegido no optar por una política energética formal, algo que hubiera dado más competencias para la Comisión. No obstante, pactaron más coordinación "con respecto a la seguridad de las fuentes o las negociaciones con nuestros socios que proporcionan energía a través del petróleo y del gas", subrayó.

Sólo algunos oradores -reveló Schussel-- pidieron a la Comisión que "ejerza un poco de perro guardián ante al llamado proteccionismo y patriotismo económico".

Por otra parte, los Veinticinco intentaron pasar de puntillas sobre el espinoso tema de la energía nuclear. "La necesidad de combinar fuentes de energía es de competencia nacional, no es cuestión de si queremos o no centrales nucleares, sino de reforzar las reglas de seguridad comunitarias, y tratar el tema sin tabúes, pero sigue siendo una competencia nacional clara", remarcó Schuessel.