MADRID, 14 May. (EUROPA PRESS) -
Las posiciones bajistas cayeron en Santander y BBVA hasta el 0,2%, al tiempo que subieron en Bankia y se acercaron al 4% de su capital, de acuerdo con los datos referidos al pasado viernes y hechos públicos hoy por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
De esta forma, los bajistas han aflojado la presión sobre las entidades presididas por Ana Botín y Francisco González, respectivamente, que han visto durante los últimos meses un aumento en sus posiciones cortas a través del 'hedge fund' estadounidense Bridgewater.
Los registros de ambos bancos muestran que las posiciones cortas se encuentran en el 0,2%, el mínimo cuya comunicación es obligada, desde el 0,48% en el que se situaban dos semanas antes, y no detallan en manos de qué firmas están estas apuestas en corto.
También se encuentran en el 0,2% en el caso de Bankinter, que dos semanas antes reflejaba posiciones bajistas por el 0,25% de su capital. En Sabadell se mantuvieron estables en el 0,29%.
En cuanto a Bankia, a fecha del pasado viernes contaba con unos cortos equivalentes al 3,93%, por encima del 3,68% en el que estaban el pasado 27 de abril.
Según consta en los registros del supervisor, Viking Global Investors alcanzó el pasado martes el 0,88% del capital de la entidad en posiciones bajistas, mientras que AQR Capital Management cuenta con el 1,39% desde finales de abril.
Los registros de CaixaBank, por su parte, hace semanas que no se actualizan, dado que sus posiciones cortas se sitúan por debajo del 0,2% y el último dato corresponde al pasado 13 de abril, cuando se encontraban en el 0,4%.
Esto ocurre porque el supervisor de los mercados españoles exige desde 2010 que se le comunique toda posición corta sobre cualquier empresa cotizada española que exceda al 0,2% del capital social y hace públicas las que superen el 0,5% del capital.
La toma de posiciones cortas es una operativa bursátil que utilizan los inversores cuando prevén que el mercado va a bajar o está sujeto a mucha volatilidad. En líneas generales, consiste en pedir prestadas acciones de una entidad a cambio de un alquiler con la intención de venderlas y posteriormente recomprarlas más baratas.
En agosto de 2011, en el marco de la crisis financiera, la CNMV prohibió la toma de posiciones cortas sobre valores del sector financiero con objeto de atajar la extrema volatilidad que atravesaban los mercados. Este veto se extendió hasta febrero de 2012.
