Banco de España insta a la banca a reducir activos dudosos, redimensionarse y a adaptarse a la digitalización

El gobernador del Banco de España, Luis María Linde
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Actualizado: martes, 22 mayo 2018 16:00


Al ritmo actual, los activos dudosos superarían los 50.000 millones a finales de 2020

MADRID, 22 May. (EUROPA PRESS) -

El Banco de España ha instado a las entidades financieras españolas a que continúen tratando de reducir el volumen de activos dudosos y adjudicados en sus balances, a adoptar una actitud "más abierta" a la hora de abordar los efectos de los cambios regulatorios y tecnológicos y a avanzar en el proceso de reajuste de sus dimensiones y de sus líneas de negocios, según recoge su Informe Anual correspondiente al ejercicio 2017.

El Banco de España señala que, a pesar de la "profunda reestructuración" que ha sufrido el sector bancario español desde el comienzo de la crisis en 2008 y el consecuente aumento de la concentración bancaria, "la rentabilidad del sector no se ha recuperado totalmente y el volumen de activos dudosos en los balances de las entidades es aún elevado".

Entre los desencadenantes de la baja rentabilidad del sector bancario en España, destaca el impacto de la morosidad, la contracción de la actividad local, los bajos tipos de interés y el endurecimiento de la regulación bancaria, que obliga a las entidades a reajustar su estructura de negocio.

Tras el estallido de la crisis, en España tuvo lugar un repunte de la morosidad de la cartera crediticia de las entidades de depósito españolas. Aunque señala que las perspectivas sobre los balances bancarios son "favorables", por el impacto que la recuperación económica está teniendo en la reducción de la rato de dudosos del sector privado, esta corrección se está produciendo a un ritmo "relativamente moderado". Teniendo en cuenta el ritmo de caída de los últimos tres años, el Banco de España afirma que los activos dudosos superarían los 50.000 millones de euros a finales de 2020, una cifra "todavía significativa".

En cuanto a la contracción de la actividad, el organismo señala que la corrección del nivel del crédito tras el estallido de la crisis desató un proceso de fuerte reducción de los ingresos, y que "no cabe esperar un retorno a los elevados saldos de crédito bancario registrados durante la anterior expansión", por lo que las entidades deberán buscar fuentes alternativas de ingresos y persistir en el control de sus costes.

El Banco de España también afirma que el nuevo marco regulatorio está favoreciendo una mejoría significativa de los requerimientos de solvencia de las entidades de crédito españolas. En cualquier caso, indica que estas se sitúan materialmente por encima de los requerimientos mínimos de recursos propios y activos líquidos, si bien la situación es comparativamente mejor en términos de liquidez que de capital cuando se comparan con la media europea.

En esta línea, el desarrollo de algunos de los cambios introducidos --y de los que todavía están pendientes de definir-- implica un "posible impacto negativo" sobre la rentabilidad bancaria, pero la institución considera que la mayor estabilidad de los sistemas bancarios "debería compensarlo".

NUEVO MARCO COMPETITIVO

El organismo también hace hincapié en su informe anual en el nuevo marco competitivo que suponen los avances tecnológicos y el proceso de desintermediación financiera, que introducen tanto retos como oportunidades en el sector financiero, y a los que las entidades deberán adaptarse aumentando su inversión en innovación, con el consiguiente aumento de costes en el corto plazo, para anticiparse a los posibles cambios en su entorno de negocio.

"La irrupción de las nuevas tecnologías en los servicios financieros puede suponer un cambio fundamental en la forma de operar y relacionarse con la clientela, que debe diseñarse e implementarse de modo rápido, si no se quiere perder cuota de mercado", apunta el informe.

EL RETO DE LA PSD2

En este sentido, indica que la revolución tecnológica "abre la puerta a nuevos competidores en distintas áreas de negocio", que operan en muchos casos en segmentos muy específicos de mercado. Además, hace referencia a la entrada en vigor de la nueva directiva europea de servicios de pago (PSD2) que, coincidiendo con la nueva directiva de protección de datos, supone "un reto importante" al introducir nuevos proveedores con posibilidad de acceso a los clientes bancarios, sin ser ellos mismos bancos ni estar sometidos a la regulación de estos.

Según el Banco de España, el nuevo ecosistema financiero tiene implicaciones positivas, como la mayor inclusión financiera, al reducir el coste de la intermediación, complementar el acceso a la financiación de pymes y comportar ganancias de eficiencia en el sector financiero. Sin embargo, advierte de que la mayor competencia en el sector bancario "podría erosionar la rentabilidad de las fuentes tradicionales de ingresos de los bancos, incentivando una mayor asunción de riesgo".

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