MADRID, 4 Jul. (EUROPA PRESS) -
Las comisiones por servicios de cobros y pagos suponían "tan solo" el 0,16% del activo total de las entidades españolas a cierre de 2016, frente al 0,3%-0,4% que representaban entre 1987 y 2005, según el Banco de España, que pone de manifiesto en un artículo analítico la "escasa relevancia" de este tipo de servicios sobre el negocio de las entidades españolas.
En el documento, el organismo gobernado por Luis María Linde muestra la importancia histórica de los ingresos implícitos por los servicios de pago para las entidades españolas y su "pérdida de relevancia" en el contexto actual de tipos de mercado a corto plazo negativos.
En este sentido, la institución demuestra que "el grueso" de la contracción del margen de intereses unitario de la banca durante los últimos 25 años se debe a la reducción de la remuneración implícita de los servicios de pagos.
De hecho, en 1990 la remuneración implícita de los servicios de pago suponía en 2,2% del balance total de las entidades de depósito españolas, frente al -0,1% registrado en 2016, mientras que el resto del margen de intereses tan solo ha caído en 0,5 puntos porcentuales en este periodo, desde el 1,6% al 1,1% del activo total de las entidades de depósitos.
Así, el Banco de España asegura que la "práctica desaparición" desde del cobro de servicios de pagos en cuentas corrientes y de ahorro podría conducir a que las entidades elevaran sus comisiones o ampliaran los diferenciales aplicados a los tipos de interés del crédito y del resto de los activos con el objetivo de preservar sus márgenes.
PRESIÓN PARA NO SUBIR COMISIONES
No obstante, el organismo aprecia que las presiones competitivas para evitar subidas de comisiones podrían ser "significativas", al menos en el corto plazo, debido a una "falta de tradición" de remunerar los servicios de pago a través de esta vía, según muestran los datos recientes.
En este punto, el Banco de España estima que se debe tener en cuenta el impacto "potencialmente importante" de la innovación tecnológica en el sector financiero, aunque considera que "todavía" no se puede entender con "claridad" como afectará a la posición competitiva de los bancos.
En última instancia, el otrora supervisor de la banca española cree que un incremento en el diferencial de intermediación puede tener implicaciones "relevantes" sobre la actividad de las entidades.
