TOKIO, 31 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Banco de Japón (BoJ) se ha comprometido a mantener los tipos de interés en niveles "extremadamente bajos" durante un periodo prolongado de tiempo, aunque ha introducido una serie de ajustes para flexibilizar y hacer más sostenibles sus medidas de estímulo monetario, incluyendo cambios en la composición de sus compras de fondos cotizados, así como en las condiciones de intervención para controlar la rentabilidad máxima permitida a los bonos del Gobierno nipón.
"El Banco juzgó apropiado introducir una orientación adelantada para los tipos de interés y mejorar la sostenibilidad de sus medidas de alivio cuantitativo y cualitativo (QQE) con control de la curva de rendimientos mediante la conducción de las operaciones de mercado y de las compras de activos de manera más flexible", explicó la institución.
De este modo, el Banco de Japón desecha las especulaciones en relación con los posibles preparativos de la entidad de cara a una próxima subida de los tipos de interés en Japón.
El instituto monetario japonés ha anunciado que los tipos de interés a corto y largo plazo se mantendrán en los "actuales niveles extremadamente bajos durante un periodo prolongado de tiempo", añadiendo que tendrá en cuenta las incertidumbres de la actividad económica, así como la evolución de los precios y los potenciales efectos de la subida del IVA prevista para octubre de 2019.
Asimismo, el banco central nipón ha reiterado que aplicará una tasa negativa del 0,1% a los balances de cuenta corriente de las entidades financieras en el Banco de Japón y ha renovado su compromiso de adquirir bonos del Gobierno con el objetivo de mantener la rentabilidad ofrecida por la deuda pública a diez años en torno a cero, aunque ha admitido que la rentabilidad de los bonos podrá moverse al alza o a la baja hasta cierto punto en función de la evolución de la actividad económica y los precios, lo que sugiere un mayor grado de flexibilidad en la intervención del BoJ.
No obstante, el banco central japonés ha subrayado que seguirá adquiriendo bonos del Gobierno de una manera flexible con el objetivo de incrementar su exposición a un ritmo anual de 80 billones de yenes (613.093 millones de euros).
Por otro lado, el Banco de Japón ha decidido por unanimidad introducir cambios en la composición de su programa de compras de fondos cotizados (ETF) y fondos inmobiliarios, que alcanzarán un montante anual de 6 billones de yenes (45.979 millones de euros) y de 90.000 millones de yenes (690 millones de euros), respectivamente.
Asimismo, el instituto emisor japonés ha decidido impulsar la adquisición de ETS ligados al índice TOPIX, que sumarán 4,2 billones de yenes (32.182 millones de euros), mientras que la de aquellos vinculados a índices como el Nikkei 225 bajará a 1,5 billones de yenes anuales (11.494 millones de euros).
