Economía/.- (Ampl.) Zapatero pide al G-20 que incorpore a empresarios y sindicatos en la reforma del sistema financiero

Actualizado: martes, 18 noviembre 2008 20:28

Apuesta por políticas de gasto público en España más que rebajas de impuestos y confía en una iniciativa europea a favor del automóvil


GINEBRA, 18 Nov. (de la enviada especial de EUROPA PRESS, Beatriz Fernández) -

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció hoy en Ginebra que ha pedido a la troika del G-20, compuesta por Brasil, Reino Unido y Corea del Sur, que incorpore a representantes de empresarios y sindicatos en el proceso de reforma del sistema financiero internacional.

"Me he dirigido a la troika del G-20 para pedirles que en el proceso de reforma del sistema financiero se constituya un espacio de diálogo con los representantes de los empresarios y los trabajadores de todas las organizaciones internacionales que existan", señaló el presidente en su intervención ante el Consejo de Administración de la Organización Internacional del Trabajo.

El jefe del Ejecutivo explicó que, bajo su punto de vista, es "fundamental" que en este proceso de reforma global que "va a diseñar un nuevo orden financiero y económico para décadas" estén presentes los representantes de los empresarios y los trabajadores, "pero no sólo en una consulta coyuntural", advirtió, sino "institucionalmente".

Zapatero confió en que el primer ministro británico, Gordon Brown, que asumirá la presidencia del G-20 el próximo uno de enero, adopte las "medidas necesarias para que se produzca esa incorporación" de los representantes de los empresarios y los trabajadores. La actual presidencia del G-20, el grupo que componen los países más ricos junto a las economías emergentes, corresponde a Brasil.

El jefe del Ejecutivo aprovechó para recordar que él "siempre" ha "defendido el valor de los sindicatos", a pesar, dijo, "de los vientos que corrían en determinados años" porque él era de la opinión de que "devaluar, arrinconar a los representantes de los trabajadores", es una actitud que va "en la mala dirección y seguramente respondía a otros intereses no confesables".

El presidente abogó por que el modelo de diálogo que desarrolla su Ejecutivo con empresarios y sindicatos sea el modelo "que rija en Europa" y que rija "el gobierno de la globalización". De ahí su iniciativa dirigida al G-20.

INVERSIÓN EN ACTIVIDADES PRODUCTIVAS.

Zapatero apostó por que, en estos momentos en que las economías necesitan un "impulso" para "recuperar confianza y dinamismo", ese impulso se centre en políticas "de gasto", de "inversión pública en actividades productivas, en infraestructuras, en I+D+i" y en capacitación tecnológica.

Dentro de la perspectiva española, precisó, esto es "más adecuado que la rebaja fiscal", sobre todo teniendo en cuenta que España ya ha tenido una rebaja del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y del Impuesto de Sociedades.

El jefe del Ejecutivo confió en que "en el marco de la UE" los Estados miembros adopten una "iniciativa coordinada fuerte a favor de la actividad productiva" y en "respaldo del sector industrial", es especial en lo que se refiere al sector del "automóvil", así como un espaldarazo a las energías renovables y una "aceleración" en la creación de una red de centros tecnológicos e investigadores "de naturaleza europea".

Zapatero intervino esta tarde ante el Consejo de Administración de la OIT, que se reúne sólo tres veces al año, en respuesta a una invitación de este organismo de la ONU, que convocó un acto extraordinario tras reelegir hoy a su director general, el chileno Juan Somavía, con el fin de escuchar la visión del jefe del Ejecutivo español sobre la actual crisis financiera y económica, toda vez que el presidente español fue uno de los líderes que acudió a la reciente cumbre de Washington en la que han arrancado los debates para refundar el sistema financiero mundial.

El presidente del Gobierno se permitió bromear sobre su asistencia a esa cita, subrayando que, aunque se trataba de una reunión del G-20, eran "21 países", igual que los tres mosqueteros en realidad eran "cuatro".

Zapatero presentó ante sus interlocutores la política de concertación social que ha desarrollado su Gobierno como un ejemplo a seguir. Así, puso de relieve que en estos últimos cuatro años, empresarios, sindicatos y Ejecutivo han alcanzado hasta "20 acuerdos que se han trasladado a la legislación y que han permitido avances significativos" en materia de inmigración y de igualdad entre hombres y mujeres, entre otros ámbitos.

El presidente destacó que su Gobierno ha incluido un cuarto pilar en el Estado de Bienestar español. Junto a una educación gratuita y obligatoria hasta los 16 años, un sistema de sanidad pública universal y gratuita para todos los ciudadanos, "sean españoles o estén en España" y un sistema público de pensiones que hoy cuenta con una "hucha de prácticamente 60.000 millones de euros", su Ejecutivo ha puesto en marcha la Ley de Dependencia de apoyo a las personas que no pueden valerse por sí mismas por edad o alguna discapacidad y a sus familias.

El gran objetivo de la política social española, subrayó, será el de "consolidar el sistema de dependencia, que, con apenas tres años de vida "supone ya más de 2.500 millones de euros de gasto público", entre el Gobierno y las autonomías.

COMPROMISO CON LOS PARADOS.

El presidente instó a todos los países a que "mantengan sus políticas sociales", empezando por los ciudadanos en paro porque, sostuvo, garantizar un mínimo de salud, educación, una igualdad entre hombres y mujeres es una "inversión en riqueza".

En este punto, garantizó el compromiso "irrenunciable" de su Gobierno con las prestaciones a los parados y recordó que España se ve afectada por el desempleo como consecuencia de la "fuerte detracción" de la actividad en el sector de la construcción residencial. Además, consideró que este compromiso debería ir en la "misma dirección" al menos en toda la UE.

Zapatero confió en que la actual crisis financiera e internacional constituya también una "oportunidad" para el cambio y, en este sentido, destacó que hasta ahora se hayan alzado "muy pocas voces" pidiendo recortes sociales.

"En esta ocasión, y esto es un factor importante a tener en cuenta, la respuesta mayoritaria a la crisis financiera y económica es, por un lado, más defensa de lo público, no para sustituir al mercado", sino para hacer que el mercado "funcione bien y con principios éticos". Por otro lado, recordó, existe una "petición de que haya más gasto público, de que los gobiernos tomen la iniciativa, aunque sea temporalmente para relanzar la economía".

Aunque reconoció que habrá que pasar un "tiempo de dificultades", se mostró convencido de que los cambios que se van a producir van a ir en una dirección de "mayor equilibrio geopolítico y geoeconómico en el mundo", van a aumentar las necesidades de "extender los derechos sociales" y pondrán "en valor los modelos de diálogo social" y del "trabajo productivo", frente a aquellos que conciben la actividad económica y financiera "únicamente" desde una "perspectiva de enriquecimiento fácil a costa de lo que sea y en el menor tiempo posible".

El jefe del Ejecutivo resaltó por otro lado que la comunidad internacional tiene una "tarea prioritaria" que llevar a cabo y que es la de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) proporcionen "mecanismos" que permitan que el ahorro mundial generado en estos últimos 10 años, que proviene principalmente de los países emergentes, se canalice a estas naciones y a las que están en desarrollo.

"Les beneficiará a ellos, pero también a los países desarrollados porque no provocará nuevas burbujas" como la producida al sobrevalorar activos como el petróleo y la vivienda, concluyó.