MADRID, 8 Oct. (EUROPA PRESS) -
El secretario de Estado de hacienda y Presupuestos, Carlos Ocaña, aseguró hoy que el Fondo de 30.000 millones de euros, ampliable a 50.000 millones, que el Gobierno pondrá en marcha para garantizar la liquidez de las entidades financieras no supone ninguna "inyección de liquidez" ni "operación de salvamento", sino que se trata de un "préstamo garantizado" sin "vocación de perpetuidad".
Así lo aseguró Ocaña, durante su intervención ante la Comisión de Presupuestos del Congreso, en la que precisó que por esta medida la deuda pública sufrirá en 2009 un incremento "transitorio" de entre un 2,7 y un 2,8% del PIB, hasta situarse en el 41,5% desde el 38,8% presupuestado inicialmente, si bien el aumento se recuperará en un año debido a que el Fondo sólo tiene carácter de "puente temporal".
Con este objeto, el Gobierno comprará a los bancos activos "sólidos" de calidad triple A ('AAA'), "como los de hipotecas de primera vivienda", dando la oportunidad a las entidades financieras para que resuelvan sus "problemas de liquidez" ante los riesgos de colapso en el mercado de crédito internacional.
UNA TARDE Y UN CAFÉ.
El portavoz 'popular' de Presupuestos, Vicente Martínez Pujalte, situó el incremento de la deuda en un 5%, contando que el Fondo alcance los 50.000 millones de euros, y señaló que la medida ha puesto casi "patas arriba el presupuesto". "Eso nos ha costado en deuda una sola tarde y un café el día antes", incidió Pujalte en alusión a la reunión que Zapatero mantuvo el lunes con directivos de los grandes entidades financieras.
Ocaña recalcó que el incremento de la deuda del conjunto de las administraciones el Estado es uno de los más bajos de la Unión Europea. "Estamos en una situación muy desahogada", recalcó Ocaña, que recordó que las previsiones del Tesoro en lo referente a la deuda pública son "extremadamente conservadoras".
