TOKIO, 6 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Banco de Japón (BoJ) ha asegurado este jueves que en caso de encontrar dificultades para cumplir en el plazo previsto el objetivo de inflación del 2% está preparado para ajustar adecuadamente su programa de estímulos monetarios.
"Si el BoJ considera que riesgos imprevistos dificultarán alcanzar el objetivo de inflación del 2% entonces llevará a cabo los ajustes apropiados en su política monetaria", afirmó en una conferencia el subgobernador de la institución, Kikuo Iwata.
Por otro lado, el subgobernador del BoJ subrayó que el cumplimiento de este objetivo de inflación no implica necesariamente la retirada automática de los estímulos cualitativos y cuantitativos.
"Tengo la impresión de que se ha malinterpretado que el BoJ endurecerá su política monetaria en cuanto alcance el objetivo de inflación del 2%", advirtió Iwata, quien señaló que la institución mantendrá estas medidas extraordinarias "el tiempo necesario" para garantizar la estabilización a largo plazo de la situación macroeconómica.
No obstante, el banquero subrayó que, a pesar del previsible impacto negativo que tendrá sobre la economía nipona de manera temporal la próxima subida del IVA del 5% al 8%, sus pronósticos apuntan a que la recuperación de las economías internacionales permitirán a Japón alcanzar las metas establecidas.
En este sentido, Iwata destacó que los últimos datos económicos y financieros constatan que la economía nipona ha seguido de forma constante el curso necesario para superar la deflación.
La tasa de inflación subyacente de Japón, que excluye la volatilidad de los precios de los alimentos frescos, aunque si cuenta con la evolución de la energía, registró el pasado mes de diciembre un repunte interanual del 1,3%, lo que supone una décima más que el observado en noviembre y su mayor incremento desde octubre de 2008, según los datos del Ministerio de Asuntos Internos y Comunicaciones de Japón.
Por su parte, la tasa interanual de inflación subyacente equivalente a la utilizada en las economías occidentales, que además de los precios de los alimentos frescos también excluye los de la energía, registró en diciembre una subida interanual del 0,7%, la mayor desde agosto de 1998.
