Economía.- Caja de Burgos redujo un 30% su beneficio en 2008, hasta 75,4 millones, tras incrementar sus dotaciones

Actualizado: jueves, 26 febrero 2009 16:03

El índice de morosidad se sitúa en el 3%, ligeramente inferior a la media sectorial


BURGOS, 26 Feb. (EUROPA PRESS) -

Caja de Burgos cerró el pasado año 2008 con un beneficio neto individual de 75,4 millones de euros, un 30,5% menos que el año pasado, después de incrementar las dotaciones en un 90,4%.

Además, y según los datos aportados hoy por el presidente de Caja de Burgos, José María Arribas, la entidad, "coherente con su política de prudencia y aprovechando el importante incremento del margen bruto", dotó al fondo de provisiones para insolvencias con 137 millones de euros con el objetivo de hacer frente al creciente aumento de la morosidad y constituir reservas que preserven su solvencia.

Según explicaron los responsables de la caja burgalesa, la evolución del último año estuvo muy condicionada por el escenario de crisis generalizada, con los mercados de financiación mayorista prácticamente cerrados, la lucha por la captación de pasivo minorista, el aumento de la morosidad y la gestión del riesgo.

"Aún así, las principales magnitudes financieras de Caja de Burgos presentan una evolución positiva, que aunque con un ritmo de crecimiento menor que en años anteriores, se sitúa en la media del sector", destacaron.

En cuanto al balance del ejercicio de 2008, el volumen de activo total se incrementó en un 6,5% respecto al ejercicio anterior, hasta superar los 12.000 millones de euros. El crecimiento de los recursos de clientes, que alcanzó un volumen de más de 10.200 millones de euros, fue uno de los márgenes más destacados, con un 13,7%, "apoyado tanto por el buen comportamiento de los depósitos a plazo minoristas (+29,3%), donde se ha volcado el objetivo de la red comercial, como en las últimas emisiones de cédulas hipotecarias realizadas".

Por su parte, el saldo de los recursos gestionados se incrementó un 9,1% debido a la caída de los fondos de inversión y el crédito a la clientela, que presentó una "progresiva tendencia a la desaceleración" durante 2008, cerrando el ejercicio con un saldo neto de 8.532 millones de euros y un crecimiento del 5,7%.

Según Caja de Burgos, esta "coyuntura adversa" ha derivado, como ha ocurrido en el conjunto del sector, en un incremento del número de impagados que ha afectado al índice de morosidad hasta situarse en el 3% con un índice de cobertura sobre activos dudosos del 83%, "un nivel que sigue siendo superior a la media nacional".

GESTIÓN DEL RIESGO Y DE LA LIQUIDEZ

Para la caja burgalesa, el foco principal de la gestión durante 2008 ha sido el control del riesgo crediticio, en especial el vinculado al negocio de la promoción y construcción. Así, Caja de Burgos ha minorado la exposición al riesgo de dicho sector, ha revisado las políticas de riesgos y de concesión de créditos, acomodándolas al nuevo entorno sobrevenido, y ha desarrollado una serie de acciones preventivas dirigidas a moderar los factores que propician la subida de la morosidad. En este sentido, ha potenciado los servicios de recuperación y la revisión de modelos de rating de empresas y promotores.

Otro de los puntos de "atención primordial" de Caja de Burgos ha sido el de la liquidez. También en este aspecto, la intensa gestión realizada tanto en el negocio minorista como en el mayorista, ha respondido a los objetivos planteados. En el plano mayorista, la entidad realizó operaciones de financiación a largo plazo por 386 millones de euros "que han cubierto sin problema los vencimientos previstos".

A fecha de 31 de diciembre, Caja de Burgos contaba con una "elevada posición de liquidez" (el 21,86% del balance son activos líquidos), lo que, según destacaron los responsables de la entidad de ahorros, le permite afrontar con "tranquilidad" la actual situación de los mercados mayoristas de financiación.

CUENTA DE RESULTADOS

Por su parte y en cuanto a la cuenta de resultados, el margen de intereses ascendió a 176 millones de euros, un 9,6% más respecto al ejercicio pasado. "Este dato ha estado influido positivamente por el aumento del volumen de negocio y el mayor rendimiento de la cartera de renta fija, que han compensado ampliamente el efecto negativo del encarecimiento del pasivo y de la existencia de activos en mora que no devengan intereses", explicaron los responsables de la entidad.

El margen bruto, que ascendió a 350 millones de euros en el ejercicio 2008, aumentó un 13,9% por el mayor importe de las plusvalías generadas (un total de 119 millones de euros) que suponen un incremento de un 47,6%, "compensando el descenso registrado tanto en las comisiones netas como en otros resultados de la explotación".

El crecimiento en los costes generales fue del 10,7%, un aumento que, según Caja de Burgos, hay que relacionarlo con los procesos de expansión geográfica y de renovación tecnológica, así como con el aumento de servicios externos derivados de la puesta en marcha de distintos proyectos y de una mayor presión regulatoria.

En lo que respecta a dotaciones, ya en el ejercicio 2007 y ante la previsión de un "recrudecimiento" de la crisis, Caja de Burgos decidió anticiparse a sus efectos realizando de manera voluntaria importantes aportaciones al fondo de provisiones para insolvencias en detrimento de alcanzar un mejor resultado.

En 2008 continuó con esta línea de forma que el importe de las dotaciones para cobertura de riesgos alcanzó los 137 millones de euros, el doble que en el anterior ejercicio (42 millones con carácter voluntario). Como consecuencia de esta decisión, el beneficio neto individual de Caja de Burgos en 2008, que refleja la evolución del negocio, quedó situado en 75,4 millones de euros.

"Además, Caja de Burgos cuenta con un grupo consolidado compuesto por un importante número de sociedades que no son ajenas a la crisis económica y la normativa contable obliga a incorporar la parte proporcional de los resultados de algunas de ellas a la cuenta de resultados", reconocieron los responsables de la entidad que explicaron que ese hecho incorpora, por primera vez, partidas negativas en la cuenta debido a los 15 millones de euros de resultados negativos de algunas compañías, "lo que ha supuesto que el beneficio neto del grupo consolidado ascienda a 59 millones de euros, un 47% menos que en 2007".

El índice de eficiencia mejoró en casi un punto hasta quedar situado en el 32,01%, lo que permite a Caja de Burgos seguir encabezando el ranking del sector en este ratio. Además, Caja de Burgos obtuvo en 2008 la certificación o Sello de Oro a la Excelencia Europea que otorga la European Foundation for Quality Management (EFQM), una organización internacional cuya misión es evaluar y promover la excelencia en la gestión empresarial en Europa.

Caja de Burgos culminó en 2008 el proceso de expansión previsto en su actual estrategia. Con la apertura de 5 nuevas oficinas, ubicadas en las localidades Ávila, San Fernando de Henares, Segovia, Vitoria y Zaragoza y la puesta en marcha en Burgos del Centro Administrativo "Abrevia", con el fin de absorber el trabajo de menor valor añadido de otras oficinas urbanas de la capital, la Entidad cuenta con una red operativa de 195 oficinas.

Este aumento del número de oficinas fue acompañado del incremento de la plantilla que, al cierre de 2008, estaba compuesta por 935 empleados, 35 más que al inicio del año. En cuanto a los índices de productividad, el volumen de recursos brutos por empleado ha crecido un 8%, alcanzando la cifra de 10,7 millones de euros, mientras que el crédito a la clientela bruto por empleado ascendió a los 9,4 millones de euros.