CÓRDOBA, 22 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Candidatura Social de Impositores (CSI), presente con tres consejeros en la Asamblea General de CajaSur, ha instado este jueves "a los nuevos administradores (BBK)" de la caja cordobesa a realizar "una gestión transparente y democrática de la entidad resultante del proceso de intervención del Banco de España".
El objetivo, según explicó en un comunicado el portavoz de dicha candidatura, Francisco Javier Cobos Rojas, es que se "garantice la representación real de los impositores sin que estos sean teledirigidos", pues, "hasta ahora eso es lo que ocurría en CajaSur".
Cobos Rojas señaló que, "tras haber tenido que superar un proceso lleno de trabas y sinsabores, la CSI, con el auspicio de CCOO de CajaSur, está presente en la Asamblea General desde las elecciones celebradas en dicha entidad en el año 2006. Desde el comienzo, la CSI ha venido manifestando su desacuerdo, tanto con sus palabras como con sus actos, con las decisiones y el modo de gestionar que se estaba produciendo en la caja en los últimos años", dejando "constancia escrita" de sus "discrepancias" e iniciativas.
Así lo hicieron ver cuando, de "la cuenta de resultados que se nos presentaba en los sucesivos ejercicios, se desprendía ya un importante grado de incertidumbre e insolvencia, motivada en gran mediada por la superdependencia del sector del ladrillo. El propio Banco de España daba serios avisos que eran en la practica ignorados por los administradores".
Por eso, este grupo de impositores espera que la intervención y posterior adjudicación de CajaSur por el Banco de España "sirva para poner punto y final a una gestión irracional. Para dar paso a un modelo de profesionalidad que vele por los intereses de los trabajadores de la entidad, de los ahorradores, de los trabajadores autónomos y de las pequeñas y medianas empresas, tan dependientes y necesitadas de un apoyo financiero que contribuya a la superación de esta crisis atroz que padece nuestra sociedad".
A juicio de CSI, el papel jugado por la BBK en el sistema financiero español y su "solvencia económica" les induce a pensar "que el futuro de CajaSur puede ser viable, preservando de esta manera su presencia en Córdoba, su Obra Social y Cultural, apoyando a las instituciones y colectivos de Córdoba en la realización de sus iniciativas, siempre desde criterios de necesidad, equidad, mérito y publicidad".
Por ello, estos impositores creen que "es el momento de confiar en el futuro de CajaSur", teniendo en cuenta que "su vinculación a la BBK parece irreversible". En este contexto, la labor de CSI, "hasta el último minuto de la representación que nos otorgaron en su día un grupo de impositores, es velar por los intereses de los mismos y de la sociedad cordobesa en general, desde una perspectiva de izquierdas. Son los nuevos gestores, con su profesionalidad, racionalidad y justicia, los que deberán ganarse la confianza de todos".
"OPORTUNIDAD HISTÓRICA" PERDIDA
También entiende este grupo de impositores que en todo este proceso se ha perdido "una oportunidad histórica de dotar a este país de una caja pública y estatal. La nueva Ley de Cajas pactada por el PSOE y el PP en el Congreso no sólo no contribuye a ello, sino a todo lo contrario"
De igual modo, CSI opinó que "la principal causa de la situación padecida por la entidad financiera ha sido la de soportar una gestión en función de los intereses de los sectores más conservadores de la sociedad cordobesa, con la desidia y colaboración del resto de fuerzas políticas y sociales, por no ejercer un control real de la situación. Todos sabemos que cuando empieza el capital, acaba ahogando a la ideología.
