VALLADOLID, 23 Ago. (EUROPA PRESS) -
Unos noventa compromisarios de los 25.733 socios de la Caja Rural del Duero, con sede en Valladolid, decidirán mañana, viernes 24 de agosto, en Asamblea General Extraordinaria sobre el proyecto de fusión por absorción de la entidad con la andaluza Cajamar, la primera cooperativa de crédito de España.
Estos noventa compromisarios fueron elegidos por los socios de la Caja Rural del Duero en las diez juntas preparatorias convocadas por la cooperativa de crédito en las últimas semanas en Arévalo (Ávila), alfoz de Valladolid, Palencia, León, Peñafiel, Olmedo, Medina del Campo, Tordesillas, Medina de Rioseco y Valladolid capital a las que asistieron un total de 6.738 personas con un apoyo a la fusión del 93,05 por ciento.
La fusión por absorción de Caja Rural del Duero y Cajamar, un proceso que se intentó ya hace dos años y que se frustró por la presión de la Junta de Castilla y León y de una parte del sector cooperativo regional, será efectiva el próximo 1 de enero de 2008 y conllevará la desaparición de los órganos de gobierno de la cooperativa de crédito vallisoletana, que tendrá un único consejero delegado en el Consejo de Administración de la sociedad resultante, Cajamar Caja Rural, que será el actual presidente de Caja Rural del Duero, José Millaruelo.
Según explicó el propio Millaruelo al inicio de este proceso de fusión por absorción que tendrá que ser ratificado mañana por los compromisarios de la Rural del Duero, el objetivo de la operación es "encarar los retos de futuro de un negocio como el financiero que está sujeto a exigencias cada vez más rigurosas" con dos ejes fundamentales, como son "reforzar la política de crecimiento con la apertura de nuevas oficinas y ser un verdadero motor de la economía social de Castilla y León".
A juicio del presidente de la Rural del Duero, cuando es necesario acometer y llegar a grandes inversiones es necesario contar con "grandes agregados", en este caso Cajamar, a la que se refirió como una entidad con "solvencia demostrada", ya que, según reconoció, se han perdido oportunidades de inversión en sectores propios de la entidad "por no tener un tamaño suficiente, lo que ahora va a quedar subsanado".
José Millaruelo afirmó en este sentido que la sociedad que surgirá de la fusión seguirá siendo una caja rural ya que tanto la Rural del Duero como Cajamar son entidades rurales que comparten "la misma filosofía y la misma forma de ver el futuro" al tiempo que reconoció que ha sido "fácil" llegar a un acuerdo en poco tiempo "porque ha existido sintonía".
CUARENTA OFICINAS EN TRES AÑOS Y MEDIO
Según anunció entonces José Millaruelo, en los próximos tres años y medio se inaugurarán cuarenta nuevas oficinas-- que supondrán la creación de un centenar de empleos-- de las que 30 se abrirán en Castilla y León ya que, según explicó, la pretensión es que Caja Rural del Duero "se convierta en el centro neurálgico" del desarrollo hacia el noroeste de España --Cantabria, Galicia y Asturias-- de la nueva entidad surgida de la fusión y que tendrá su sede social en Almería, con una delegación territorial en Valladolid.
En estos momentos, la Caja Rural del Duero cuenta con 118 oficinas, tiene 90.631 clientes y da empleo a un total de 871 trabajadores.
Por su parte, la caja resultante de la unión de Caja Rural del Duero y Cajamar se consolidará como la primera caja rural y primera cooperativa de crédito española, con 900 oficinas y 3.900 empleados en veinticinco provincias de Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Comunidad Valenciana, Madrid, Región de Murcia y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
A 30 de junio de 2007 y según fuentes de Cajamar consultadas por Europa Press, sus activos superan 21.979 millones de euros, los recursos gestionados totales sobrepasan 20.980 millones de euros, la inversión crediticia gestionada excede los 21.360 millones de euros y el margen de explotación se sitúa en 130,2 millones de euros. A esa misma fecha, cuenta con 488.787 socios y 1.385.000 clientes.
CONTRAOFERTA DE LAS RURALES Y AMENAZAS DE IR A LA VÍA PENAL
El anuncio del proceso de fusión por absorción de Caja Rural del Duero y Cajamar fue contestado inmediatamente por la Federación Nacional de Cajas Rurales, cuyo presidente, Pedro García Romera, calificó esta operación de "despropósito" por considerar que no tiene "justificación seria".
Ante esta circunstancia, un grupo de cajas rurales nacionales, entre las que se encuentran todas las cajas rurales de Castilla y León, presentó una contraoferta a los socios cooperativistas de la Rural del Duero que, según defendieron, "mejora sustancialmente" la propuesta realizada por Cajamar, entre otras cosas por el mantenimiento de la sede central en Valladolid y del uso de la marca Caja Rural.
Además, la Unión Regional de Cajas Rurales de Castilla y León criticó en todo momento la "flagrante" falta de información en el proceso iniciado por la Rural del Duero y Cajamar y esta misma semana anunció junto a la Asociación Española de Cajas Rurales (AECR) su disposición a acudir a la vía penal o a la autoridad monetaria en el caso de que salga adelante esta fusión.
"La Asociación Española de Cajas Rurales defenderá los intereses del Grupo con todas las consecuencias y cueste lo que cueste", aseguró el presidente de la Caja Rural del Mediterráneo y presidente de RGA, Luis Juárez Argente, que no dudó en asegurar que, en el supuesto de que la Asamblea Extraordinaria de mañana apruebe la fusión, acudirán a todas las vías posibles, sin descartar la vía penal o la autoridad monetaria.
"Nosotros no estamos aquí a predicar sino, además, dispuestos a utilizar lo que la ley nos ampara y lo defenderemos a ultranza", sentenció Argente, que justificó esta medida en su convencimiento de que la riqueza que se genera en un territorio, en este caso Valladolid, se debe de quedar en esa zona, y no marcharse fuera, como consideran que ocurrirá si la Rural del Duero se fusiona con Cajamar.
En el mismo sentido se pronunció el portavoz de la Unión de Cajas Rurales de Castilla y León, José Antonio Carrizosa, que explicó que estas acciones legales se adoptarán conforme a las normas de juego de la Asamblea Española de Cajas Rurales de la que formaba parte la Rural del Duero hasta el pasado mes de junio, cuando causó baja, ya que "solicitó su ingreso y aceptó unas normas".
José Antonio Carrizosa anunció también que algunos socios de la Caja Rural del Duero que están disconformes con la fusión de la entidad con la andaluza Cajamar promoverán sus propias acciones y demandas correspondientes al resultado de la Asamblea Extraordinaria de la Rural del Duero ante lo que consideran un "atropello" a sus derechos.
