PARÍS, 21 Feb. (EUROPA PRESS) -
El grupo asegurador francés Axa cerró el ejercicio 2018 con un beneficio neto de 2.140 millones de euros, lo que representa un retroceso del 65,5% en comparación con su resultado del año anterior como consecuencia del impacto negativo de 3.000 millones relacionado con la amortización de activos intangibles por la transformación de Swiss Group Life, así como con el deterioro en el valor del fondo de comercio y las cargas excepcionales vinculadas a la salida a Bolsa de su filial estadounidense Axa Equitable Holdings y la adquisición de XL Group, explicó la entidad.
"Axa registró otro año de fuerte desempeño operativo a pesar de la menor participación en Axa Equitable Holdings y el inusualmente severo cuarto trimestre en términos de catástrofes naturales", declaró Thomas Buberl, consejero delegado de Axa.
Los ingresos brutos de Axa en el conjunto del ejercicio 2018 sumaron 102.874 millones de euros, un 4,4% por encima de su cifra de negocio del año anterior, mientras que los ingresos subyacentes de la aseguradora francesa aumentaron un 3%, hasta 6.182 millones.
La facturación de Axa en Europa experimentó un crecimiento anual del 3% gracias a las mayores ventas en Italia y España, mientras en Francia sus ingresos aumentaron un 3%. En el mercado estadounidense, los ingresos de la compañía de seguros crecieron un 2% y un 4% en el mercado asiático.
De este modo, el consejo de Axa propondrá el reparto de un dividendo de 1,34 euros por acción, que representa un incremento del 6% respecto del abonado el ejercicio anterior y corresponde a una ratio de 'payout' del 52%.
