MADRID, 25 Feb. (EUROPA PRESS) -
Las nuevas normas y sistemas de medición del riesgo emitidas por el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea propiciará que se generalicen los préstamos preconcedidos y facilitará el acceso a la financiación suprimiendo la necesidad de los clientes de solicitar créditos directamente a la entidad, según un experto.
Basilea II hará que los bancos y cajas de ahorros cuenten con unos mejores sistemas de información, por lo que la clientela "ya no tendrá que pedir préstamos, sino que podrá disponer de préstamos preconcedidos", según afirma el economista Antón Gasol, autor del libro "La industria bancaria en el marco de Basilea II".
"Los bancos podrán elegir mejor sus clientes y la financiación se adecuará al perfil de riesgo de éstos, incluyendo los precios, plazos y garantías necesarias", afirma Gasol. Las empresas, por su parte, no se verán afectadas negativamente por estos cambios, y asegura que las pequeñas y medianas empresas (pymes) con buenas calificaciones tienen que verse favorecidas tanto en el acceso como en el coste de la financiación.
El experto compara este nuevo salto en la industria con los primeros avances en la objetivación de concesión de préstamos, y aunque se puede considerar como una "pérdida de poder" (los depósitos y el pasivo en general es el favor que los clientes hacen al banco y la financiación el que la entidad hace por el cliente), Gasol asegura que este proceso permitirá liberar tiempo de análisis y mejorar la eficiencia.
Además, Basilea II puede suponer un punto de inflexión para que los bancos acaben con lo que Gasol denomina "la perversa subsidiación cruzada", por la que los clientes más solventes pagan por aquellos que no lo son tanto.
Por ello, las empresas y familias más solventes disfrutarán de un coste de financiación más ajustado y las que no lo sean tanto tendrán que pagar acorde a su condición abonando una mayor prima de riesgo, lo que se traducirá --según Gasol-- en una "mejor" asignación de recursos a las familias y empresas. Con Basilea II, el precio que un cliente pagará por su financiación estará "fuertemente" influido por "su calidad crediticia", además de por los tipos de interés del mercado, apunta Gasol.
LAS ENTIDADES RECONSIDERARÁN SUS PARTICIPACIONES INDUSTRIALES.
Tanto los bancos como las cajas "reconsiderarán" la composición de sus carteras de participaciones industriales, al menos en aquellas 'calificadas' (superiores al 10% del capital de la compañía), con un carácter más estable y menos puramente financiero, a consecuencia de las mayores ponderaciones de riesgo y el aumento de las exigencias de capital que Basilea II supone.
Además, el autor señala que este nuevo conjunto de medidas supondrá la "democratización" de las mejores prácticas en la medición de riesgos para el sector financiero europeo, con unos mecanismos que hasta el momento eran exclusivos de un reducido número de grandes bancos internacionales.
