GRANADA, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Caja Granada, Antonio Claret García, insistió hoy en que sólo se aceptará una fusión si la caja lidera la operación, de modo que la entidad resultante tenga su sede en Granada y aseguró no sentirse presionado por las declaraciones de la Junta de Andalucía en este sentido puesto que él sólo tiene que rendir cuentas ante el consejo de administración de la entidad, recordando que estas entidades son de propiedad "social y no gubernamental".
García, que presidió hoy la presentación del informe de 2008 del Observatorio del Mercado de Trabajo Andaluz, se mostró en desacuerdo con la afirmación general de que las fusiones son imprescindibles para la supervivencia de las cajas, puesto que existen otros mecanismos para captar recursos, y consideró que la entidad granadina --con la morosidad más de un punto por debajo de la media y una solvencia del 11,5-- no se ve, por el momento, abocada a una fusión, aunque estará "atenta" a las posibilidades que se vayan plateando.
Aseguró que hasta la fecha la caja que preside no ha mantenido "contactos formales" con ninguna otra entidad andaluza para abordar una hipotética fusión, lo que no quiere decir --añadió-- que "no haya coincidido con otros responsables de cajas andaluzas en algunos actos y en los pasillos hayamos hablado de lo que opina cada uno o las posibilidades, auque todo en un contexto informal".
Respecto a las declaraciones de la consejera de Economía, Carmen Martínez Aguayo, sobre que el Pacto del Saray "no puede ser argumentado a día de hoy", dijo no sentirse presionado, puesto que se trata de un responsable político que está dando su opinión, "que es muy respetable", y él sólo tiene que rendir cuentas ante el consejo de administración de la caja.
Recordó que la entidad debe responder ante multitud de personas que conforman su entorno, pero --añadió-- "no somos propiedad gubernamental sino social y el que un representante público tenga opiniones es muy de agradecer, tomamos nota pero no me siento presionado en ningún momento", reiteró el presidente de la caja granadina.
Señaló además que el Pacto Saray no establece en ningún apartado la oposición a las fusiones, sino que surgió en 2001 con el objetivo de "sacar a la caja del debate político y garantizar su estabilidad y autonomía.
En el mismo sentido se pronunció el secretario general de UGT-Andalucía, Manuel Pastrana, que insistió en que el Pacto Saray "no es un muro infranqueable para cualquier tipo de fusión".
Pastrana condicionó cualquier hipotética fusión a que se realice por consenso y vaya unida a un plan de negocio que demuestre la viabilidad de la operación y un plan de empleo, que garantice los puestos de trabajo y las condiciones de los trabajadores.
Aseguró además que "ningún órgano de decisión de las distintas cajas andaluzas ha tomado ninguna decisión sobre este asunto
