ZARAGOZA, 25 Abr. (EUROPA PRESS) -
El colectivo de inmigrantes es una de las apuestas de Caja Inmaculada (CAI) y muestra de ello es que en los últimos doce meses el volumen de negocio con estos clientes ha aumentado un 54 por ciento, informó hoy el director general de la entidad, Tomás García, momentos antes de intervenir en la asamblea ordinaria de la Caja. De hecho, concretó que el 5 por ciento de los clientes de la CAI, unos 30.000 en términos absolutos, son extranjeros.
A ellos van dirigidos algunos de los servicios que caracterizan la filosofía de la entidad. Es el caso del programa de microcréditos que ofrece financiación a personas con dificultades para acceder al sistema bancario tradicional por tener escasos recursos económicos e imposibilidad de aportar garantías o avales.
Caja Inmaculada fue una de las primeras entidades en ofrecer este tipo de préstamos y, desde el año 2001, se han concedido 764 operaciones por un importe cercano a los 6,4 millones de euros, lo que ha beneficiado a más de 2.500 personas. Para desarrollar este programa de microcréditos, la Caja cuenta con ya con el apoyo de 30 entidades sociales y empresariales.
Entre la atención a inmigrantes destaca también el servicio de alquiler de viviendas que Caja Inmaculada puso en marcha en el año 2001 con UGT y el Gobierno de Aragón. Desde su inicio, se han realizado más de 300 arrendamientos, que han permitido a 1.100 personas de diferentes nacionalidades encontrar una vivienda digna en condiciones adecuadas.
A través de la Obra Social, Caja Inmaculada colabora además con Cruz Roja Huesca en el programa "Red Inter Labor@", una iniciativa que busca la integración laboral de inmigrantes mediante acciones de formación. La CAI financia también proyectos de la Fundación San Ezequiel Moreno, organización encargada de dirigir actividades sociales, formativas y laborales relacionadas con la inserción de personas con riesgo de exclusión.
