BRUSELAS, 31 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea lanzó hoy sendas investigaciones para averiguar si las diferencias de precios entre los países de la UE en la banca minorista y en las ventas transfronterizas de artículos como cámaras, CDs o libros están justificadas o si por el contrario se deben a un mal funcionamiento de estos mercados que perjudica a los consumidores.
Los resultados de este análisis estarán disponibles a finales de año, y si el Ejecutivo comunitario detecta disfunciones propondrá medidas correctoras, como la puesta en marcha de códigos de conducta, la actuación contra las empresas que vulneren las reglas de competencia o incluso la elaboración de nuevas normas, según anunció la comisaria responsable de Protección de los Consumidores, Meglena Kuneva.
Por lo que se refiere a la investigación sobre la banca minorista, la Comisión quiere saber por qué las comisiones medias de gestión de cuentas bancarias en la UE oscilan entre cero y más de 80 euros. También examinará los motivos por los que más de un tercio de los consumidores comunitarios consideran problemático comparar las ofertas entre los bancos (en Francia y Dinamarca este porcentaje sube al 50%). Otro elemento que estudiará Bruselas es la dificultad para cambiar de un banco a otro.
En cuanto a las ventas transfronterizas de artículos de consumo, Kuneva destacó que "esta es un área importante en la que tenemos motivos importantes para sospechar que el mercado interior minorista no está funcionando a pleno potencial. Según las denuncias de organizaciones de consumidores, los precios de las cámaras digitales pueden variar hasta un 30% incluso entre los países vecinos. El Ejecutivo comunitario investigará por qué, pese a estas oportunidades, las ventas transfronterizas siguen siendo minoritarias y si hay restricciones injustificadas que impiden a los comerciantes vender más allá de sus fronteras.
La Comisión examinará un tercer problema durante este año 2008, que es el de la compensación de los consumidores. La comisaria de Protección de los Consumidores destacó que casi el 50% de las personas que presentaron una queja sobre servicios de interés general en la UE en 2007 consideran que su reclamación fue mal gestionada. El 40% de los ciudadanos cree que resolver una disputa a través de la mediación o el arbitraje es difícil y el 45% también considera complicado acudir a los tribunales.
El Ejecutivo comunitario ha puesto en marcha un Observatorio de los mercados de consumo para estudiar el "rendimiento" de diversos sectores de la economía desde la perspectiva del consumidor. El Observatorio se compone de cinco indicadores: precios, reclamaciones, porcentajes de cambios, satisfacción y seguridad. El primer cuadro de indicadores de 2008 pone de relieve la falta de datos globales comparables. Por ello, Bruselas reforzará la colaboración con Eurostat y las oficinas estadísticas nacionales para la elaboración de datos comparables sobre precios y tratará de elaborar una clasificación de las reclamaciones de los consumidores en toda la UE.
No obstante, los indicadores de consumo ya apuntan posibles problemas a nivel minorista en algunos mercados. Además de la banca minorista y las ventas transfronterizas, el Ejecutivo comunitario destacó, como ejemplo, que en Portugal el 90% de los abonados a la telefonía móvil no utilizan una tarifa que reduciría el coste de sus llamadas una media de más de 100 euros anuales.
Los indicadores señalan también que la telefonía fija es un 20% más cara en Bélgica que en los Países Bajos, y que la electricidad en Italia cuesta el doble que en Finlandia o Grecia. Los consumidores tienen problemas para comprender y comparar las ofertas de las distintas compañías eléctricas. Así, un estudio realizado en Reino Unido mostró que entre el 20% y el 32% de las personas que cambiaron de proveedor en 2000, tras la liberalización de los mercados energéticos, pasaron de hecho a tener peores contratos.
