MADRID, 12 Jul. (EUROPA PRESS) -
El euro continúa fortaleciéndose imparablemente en la jornada de hoy frente al 'billete verde' y, a las 18.10 horas, se cambiaba por 1,3767 dólares, tras haber llegado a marcar durante el día un nuevo máximo histórico en 1,3799 dólares ante el temor a las consecuencias de la crisis inmobiliaria en Estados Unidos, las descontadas nuevas subidas de tipos de interés por parte del BCE y el encarecimiento del crudo.
Los mercados dan por descontado que el Banco Central Europeo (BCE) elevará gradualmente los tipos de interés a partir de septiembre desde el 4% actual hasta el 4,5% a finales de año, mientras que la política monetaria de la Reserva Federal estadounidense está llena de incertidumbres, ante el temor al debilitamiento del crecimiento económico y a los efectos de la crisis inmobiliaria que afecta al país.
En este sentido, en los últimos días, y coincidiendo con la última escalada de la moneda común europea, las agencias estadounidenses de calificación crediticia Standard & Poor's y Moody's han degradado sus 'ratings' sobre centenares de títulos vinculados al mercado hipotecario subprime, lo que supone el recorte en el valor de los bonos titulizados en este tipo de hipotecas. Asimismo, ambas agencias reconocieron que la tasa de morosidad de las hipotecas de riesgo superaba las previsiones y anticiparon que el mercado de la vivienda no atisba aún su recuperación.
Además, las compañía de bricolaje y reformas Home Depot y la cadena de almacenes Sears emitieron sendos 'profit warning' relacionados con sus menores expectativas de ventas en relación con la crisis inmobiliaria y la caída del consumo. Asimismo, la constructora D.R. Hoston anunció que las reservas de compra de viviendas nuevas habían disminuido un 40% en el país.
Por su parte, el petróleo Brent de calidad 'Mar del Norte' experimenta una escalada paralela a la del euro, que le ha permitido en el día de hoy romper la barrera de los 77 dólares por barril, marcando un máximo intradiario de 77,07 dólares, un nivel no alcanzado desde hace once meses, mientras que el petróleo Texas 'Sweet Light' se encarecía un dólar en la jornada de hoy, hasta los 73,50 dólares por barril.
DIVISIÓN DE OPINIONES EN TORNO AL SUPER-EURO
La fortaleza del euro ha reabierto el debate político en la UE en torno a la conveniencia de esta tasa de cambio tan elevada frente al dólar y sus posibles efectos sobre las exportaciones y el crecimiento económico, mientras existe consenso sobre el efecto amortiguador de un euro fuerte en el encarecimiento del crudo.
De este modo, en el día de ayer el vicepresidente segundo del Gobierno español, Pedro Solbes, restó importancia a la apreciación del euro puesto que beneficiará o perjudicará a las empresas dependiendo de su sector y de los diferentes productos.
En todo caso, el ministro de Economía y Hacienda español afirmó que, en términos globales, una revaluación tiene aspectos positivos en la lucha contra la inflación al mismo tiempo que puede restar competitividad a las exportaciones si no se produce una adaptación elevando la productividad.
Por su parte, el ministro portugués de Finanzas, Fernando Teixeira dos Santos, consideró hoy que a pesar de la fuerza del euro, "no hay ningún problema con la tasa de cambio" para la economía de la zona euro, porque en la tasa de cambio real no hay desvíos.
El ministro luso, advirtió de que es importante no "caer en la tentación de resolver los problemas económicos devaluando la moneda", porque "si lo que se quiere es ganar competitividad, así no se conseguirá", defendió Teixeira Santos, que abogó por apostar por la productividad como mejor formar de resolver los problemas.
Sin embargo, el pleno de la Eurocámara expresó hoy su "preocupación" por la continua apreciación del euro frente a las principales divisas extranjeras y pidió al Eurogrupo, al Consejo y al BCE que ejerzan plenamente sus competencias en materia de tipos de cambio. Asimismo, los parlamentarios de la UE pidieron al presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, "cautela" antes de proceder a nuevas subidas de los tipos de interés, que se encuentran ya en el 4%, "a fin de no poner en peligro el crecimiento económico".
