MADRID, 14 Oct. (EUROPA PRESS) -
La agencia de calificación Fitch ha situado varios 'rating' del Santander bajo vigilancia negativa tras la adquisición del 75,65% del banco estadounidense Sovereign que no controlaba por 1.400 millones de euros.
Concretamente, Fitch ha colocado bajo vigilancia negativa tanto el rating a largo plazo ('AA') como el rating individual ('A/B') del grupo que preside Emilio Botín, pero mantiene sin variación sus calificaciones a corto plazo en 'F1 y 'A-'.
Fitch sostiene que la operación representa una buena oportunidad para la diversificación del Santander y el desarrollo de su banca minorista en Estados Unidos, y precisa que se resolverá la perspectiva negativa de sus 'rating' cuando se analicen los eventuales riesgos de integración.
La agencia de calificación se mantiene a la espera de averiguar si los niveles de capital del grupo Santander son compatibles con su perfil de riesgo, así como de la 'luz verde' a la operación, tanto por parte de las autoridades correspondientes como de los accionistas.
Por otro lado, Fitch incide en que el banco cántabro registra una estrecha gestión del capital, pero deberá mantener unos niveles adecuados tras la integración de las sucursales del Sovereing, entre las que figuran algunas oficinas que han atravesado dificultades.
El acuerdo definitivo de la operación, que se saldará a través de un intercambio de acciones, fue aprobado unánimemente por los consejeros de Sovereign que no pertenecen a Santander y por la Comisión Ejecutiva de Santander.
La operación tiene un valor agregado de aproximadamente 1.900 millones de dólares (1.400 millones de euros), ó 3,81 dólares por acción, de acuerdo con el precio de cierre de la ADS de Santander del viernes 10 de octubre de 2008.
