MADRID, 6 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno solo avalará la fusión de entidades que den lugar a un nuevo grupo viable en el marco de la reforma financiera aprobada el pasado viernes 3 de febrero para sanear el balance del sistema financiero español por su exposición al sector inmobiliario, según fuentes oficiales del Ministerio de Economía.
El Departamento que dirige Luis de Guindos resalta que "el mercado no va a aceptar integraciones de dudosa viabilidad", por lo que no dará el visto bueno a procesos de consolidación ideados para beneficiarse de un plazo más dilatado para acometer las provisiones extra.
"Ahora se requiere más contundencia en las fusiones de entidades que hace dos o tres años porque las exigencias del mercado son mayores", indicaron dichas fuentes oficiales, en alusión a la viabilidad de integraciones llevadas a cabo con anterioridad.
Según insistieron, la filosofía de la norma es sanear los balances y asumir las pérdidas por el 'ladrillo' para avanzar en la solvencia de las entidades con el fin de facilitar la concesión del crédito, por lo que únicamente se apoyará la creación de nuevas entidades más sólidas.
"Y hasta ahora hay dudas de si se ha seguido esta filosofía", indicaron las fuentes de Economía, que eludieron hablar en concreto de entidades resultantes de procesos de integración.
Tanto el Gobierno como el Banco de España tienen conocimiento de que se suceden las conversaciones en el sector financiero de cara a procesos de consolidación y contemplarán la posibilidad de que el nuevo grupo resultante solo suponga un incremento del balance de la entidad de mayor tamaño de un 10%, afirmaron.
El decreto de reforma del sistema financiero publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el pasado sábado no especifica en qué casos se admitirá una integración que resulte en un aumento del balance del 10%, por lo que será el instituto emisor español el que evalúe la idoneidad del proceso de integración, indicaron.
En concreto, las entidades inmersas en procesos de fusión deberán presentar al organismo que preside Miguel Ángel Fernández Ordóñez un plan de viabilidad económica y medidas de gobierno corporativo antes del próximo 30 de mayo, así como compromisos para ampliar o al menos mantener la concesión de crédito.
La banca española deberá sanear sus cuentas por el 'ladrillo' por importe de 50.000 millones de euros que detraerá de los resultados en un único año, aunque las entidades que participen en procesos de fusión contarán con unas condiciones más flexibles, ya que podrán detraer estos recursos del capital y durante un proceso de dos ejercicios.
