MADRID, 17 May. (EUROPA PRESS) -
El consejero delegado de BBVA, José Ignacio Goirigolzarri, afirmó hoy que el futuro de los países emergentes y, especialmente, de Iberoamérica, depende "de que los gobiernos defiendan con rigor el sistema democrático y cumplan las normas y los principios del Estado de Derecho moderno", lo que les asegurará la prosperidad económica y social.
Goirigolzarri declaró en la clausura del 'Congreso Internacional sobre Desequilibrios Globales y Gestión del Riesgo' organizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD), que "un sistema financiero fuerte es decisivo para el desarrollo de Latinoamérica".
El consejero delegado de BBVA destacó en su intervención la importancia de un buen posicionamiento corporativo en las estrategias de las compañías que operan en un entorno global. En este sentido, subrayó que "el riesgo estratégico es el factor que mayor impacto produce en el valor de una entidad, además de otros riesgos de tipo más operativo".
Por ello, Goirigolzarri consideró clave la selección de un portafolio diversificado de mercados y negocios con un crecimiento superior a la media. Junto a este factor, al que consideró esencial en las estrategias empresariales, también resaltó la importancia del análisis del marco institucional y las políticas económicas de los países que ofrecen ese mayor crecimiento potencial.
En este sentido, subrayó la importancia de operar en economías que ofrecen dicho potencial de crecimiento diferencial, y que lo hacen en un entorno institucional sólido y estable, proporcionando seguridad jurídica a los operadores, y en las que se promueven políticas macroeconómicas tendentes al incremento de la competitividad y de la eficiencia.
Goirigolzarri explicó que si el posicionamiento estratégico es crítico para una organización, no lo es menos la gestión del riesgo. "Se puede afirmar que el sistema financiero está bien preparado para afrontar los retos derivados de los potenciales procesos de ajuste que puedan producirse como consecuencia de los desequilibrios a nivel mundial que se han evidencia durante estos días", señaló.
Por ello, precisó que la gestión del riesgo no es sólo una necesidad, sino que se debe convertir en una ventaja competitiva con la que aprovechar las oportunidades de crecimiento en nuevos negocios y mercados que el entorno global ofrece de manera constante. A su juicio, esa ventaja competitiva no sólo puede proporcionar un mayor crecimiento, sino que, "a igualdad de crecimiento, mejorará la relación rentabilidad/riesgo".
