Economía/Finanzas.- Los líderes europeos discutirán mañana sobre las turbulencias financieras y el cambio climático

Actualizado: miércoles, 12 marzo 2008 18:00

Reclamarán a los bancos que revelen todas las pérdidas provocadas por la crisis y pedirán un código de conducta para los fondos soberanos


BRUSELAS, 12 Mar. (EUROPA PRESS) -

Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea celebran mañana y el viernes su tradicional cumbre de primavera, que será la primera cita internacional del presidente del Gobierno en funciones, José Luis Rodríguez Zapatero, tras la victoria del PSOE en las elecciones del 9 de marzo. Los líderes europeos discutirán sobre el impacto de las turbulencias financieras y pedirán más transparencia como principal receta para evitar que se repitan. También debatirán sobre el reparto entre los Estados miembros que ha propuesto la Comisión de los objetivos de reducción de emisiones y de uso de energías renovables para luchar contra el cambio climático.

La reunión empezará este jueves a las 17.30 horas con la tradicional reunión de los líderes europeos con el presidente de la Eurocámara, Hans-Gert Poettering. La primera sesión de trabajo se dedicará a la estrategia de Lisboa de crecimiento y empleo y a las cuestiones de energía y cambio climático. El presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, abrirá la discusión, y el Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común, Javier Solana, expondrá las conclusiones del documento que ha elaborado sobre el impacto del cambio climático en la seguridad, según se recoge en la carta de invitación enviada a sus colegas por el primer ministro esloveno y presidente de turno de la UE, Janez Jansa.

La cena de trabajo se dedicará a discutir otros aspectos de la política energética, y en particular su dimensión exterior. También se hablará de estabilidad financiera. Al final de la misma, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, explicarán al resto de colegas el acuerdo al que han llegado para insertar el proyecto de Unión para el Mediterráneo dentro de las estructuras de la UE, aprovechando para ello el proceso de Barcelona, que desde 1995 ya reúne a los países de ambas orillas del Mediterráneo.

En paralelo a la cena de jefes de Estado y de Gobierno se celebrarán sendas reuniones de ministros de Economía y de ministros de Asuntos Exteriores. Los primeros centrarán su debate en la dimensión macroeconómica del capital humano, y en particular en la reforma de las universidades europeas. Por su parte, los jefes de la diplomacia de los Veintisiete hablarán de la situación en Afganistán y de cómo aumentar el compromiso de la UE en el país, y también del proceso de paz en Oriente Próximo. La reunión terminará el viernes con la aprobación del texto de conclusiones.

Por lo que se refiere a las turbulencias financieras, los líderes europeos reiterarán que "los fundamentos básicos de la economía de la UE siguen siendo sólidos", según se recoge en el borrador de conclusiones. Los déficits públicos se han reducido en más de la mitad desde 2005 y la deuda también ha descendido hasta situarse por debajo del 60 por ciento. En los dos últimos años se han creado además 6,5 millones de puestos de trabajo.

Pese a ello, los Veintisiete admitirán que las perspectivas económicas "se han deteriorado recientemente como consecuencia de la ralentización de la actividad económica en Estados Unidos, el aumento de los precios del petróleo y de los productos básicos, y las turbulencias en curso en los mercados financieros". Ello ha llevado a la Comisión ha rebajar la previsión de crecimiento para 2008 al 2 por ciento, frente al 2,9 por ciento registrado en 2007. Pese a ello, los líderes europeos reclamarán que se evite la complacencia y que prosigan las reformas estructurales.

Los líderes europeos subrayarán que el estado del sistema financiero internacional sigue siendo "frágil" y reclamarán a bancos y demás entidades financieras que suministren rápidamente información sobre las pérdidas sufridas por la crisis de las hipotecas de alto riesgo de EEUU con el objetivo de estabilizar la situación. La UE calcula que estas pérdidas están entre 400.000 y 500.000 millones de dólares y hasta ahora sólo han emergido 135.000 millones.

Como mejor respuesta a las turbulencias, los jefes de Estado y del Gobierno propondrán cuatro medidas concretas: mejorar la transparencia para los inversores, mercados y reguladores; mejorar las normas de valoración, especialmente en lo que respecta a los activos no líquidos; reforzar el marco cautelar y la gestión de riesgos en el sector financiero; y revisar el papel de las agencias de calificación de riesgos.

Los Veintisiete apoyarán además la creación a nivel internacional de un código de conducta de carácter voluntario para aumentar la transparencia de los fondos soberanos, propiedad de países como China, Rusia o Arabia. El borrador de conclusiones destaca que este tipo de fondos "han desempeñado un papel muy útil en calidad de suministradores de capital y de liquidez con una perspectiva de inversiones a largo plazo". Sin embargo, alerta de que "el surgimiento de nuevos agentes del mercado cuyas estrategias inversoras y objetivos acusan una transparencia limitada ha dado lugar a ciertas inquietudes respecto de potenciales prácticas no comerciales".

ENERGÍA Y CAMBIO CLIMÁTICO

Por lo que se refiere al capítulo energético, los jefes de Estado y de Gobierno ratificarán los ambiciosos objetivos pactados hace un año para luchar contra el cambio climático. La UE se comprometió entonces a recortar un 20% sus emisiones de aquí a 2020, una cifra que podría aumentarse hasta el 30% si se logra un acuerdo internacional sobre cambio climático. Además, los Veintisiete pactaron que la proporción de energías renovables aumente hasta el 20% del consumo en el mismo plazo y que la cuota de biocarburantes en el transporte se sitúe en el 10%.

El Ejecutivo comunitario presentó en enero sus propuestas legislativas para repartir entre los Estados miembros el esfuerzo de reducción de emisiones y la cuota de renovables. Este paquete impone a España un objetivo de renovables del 20% y le obliga a recortar un 10% las emisiones en sectores como la vivienda o el transporte respecto a los valores de 2005.

Los jefes de Estado y de Gobierno señalarán que las propuestas presentadas por la Comisión constituyen una "base excelente para llegar a un acuerdo". Los líderes no entrarán a discutir los objetivos de cada país sino que se limitarán a fijar los principios que deben regir el reparto y el calendario para llegar a un acuerdo. En este sentido, pedirán que los Veintisiete alcancen un compromiso a finales de 2008 para cerrar definitivamente el paquete durante el primer trimestre de 2009. También reclamarán que, si finalmente no se logra un acuerdo internacional de lucha contra el cambio climático, se tomen las medidas necesarias para evitar que las empresas europeas se deslocalicen a otros países que no apliquen medidas para reducir las emisiones.

Finalmente, los jefes de Estado y de Gobierno reclamarán que se llegue a un acuerdo antes de junio sobre las propuestas de la Comisión para imponer a los grandes grupos energéticos la separación patrimonial entre las actividades de producción y la gestión de la red. Alemania y Francia encabezan un grupo de ocho países que se opone a esta medida y han mantenido hasta ahora una minoría de bloqueo en el Consejo de Energía.