BRUSELAS, 13 Mar. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro luxemburgués y presidente del Eurogrupo --que reúne a los 15 países en los que circula el euro--, Jean-Claude Junker, admitió hoy la "necesidad de repetir, una vez tras otra" que no le gusta "la excesiva volatilidad en los tipos de cambio", después de que el dólar tocará hoy su techo de cotización respecto al euro.
"Me gustaría que los mercados financieros se centraran menos en la información a corto plazo y prestaran más atención a los desarrollos a medio plazo", admitió a su llegada a la reunión de los líderes populares europeos que se celebra horas antes del inicio del Consejo Europeo para preparar la agenda de la cita. Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE analizarán la situación financiera internacional, la necesidad de impulsar el crecimiento y empleo en la UE, así como el impacto del cambio climático a la seguridad internacional.
El presidente estadounidense, George W. Bush, "dejó anoche perfectamente claro que está a favor de un dólar fuerte" por estar "en el interés de la economía americana", aseguró. "La economía americana está al borde de una recesión. No creo que vaya a durar mucho tiempo", admitió, mientras que, por su parte, "la economía europea está aguantando bien. Europa no se enfrenta a un riesgo de recesión", aseguró. "El aumento de los precios del petróleo está entre las amenazas mayores a las que nos enfrentamos" en la actualidad, reconoció.
Por su parte, el primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, rechazó hablar de "hundimiento" del dólar, a pesar de admitir que su elevada cotización respecto al euro "está poniendo presión en las industrias exportadoras europeas". "Si a esto se suma el aumento del precio del petróleo" se desprende, dijo, que "hay una enorme presión en las industrias exportadoras en toda Europa".
No obstante, consideró "fantástico, lo bien que muchos países europeos lo están haciendo, teniendo en cuenta estos dos factores" y pidió "no enviar señales de que estamos nerviosos más de lo necesario".
Para paliar el cambio de situación favorable en el panorama internacional, algo de lo que hablarán los jefes de Estado y de Gobierno de la UE en el Consejo Europeo de primavera, el jefe del Ejecutivo sueco reconoció que Suecia "tiene un superávit presupuestario para presionar más en la creación de empleo".
REFORMAS ESTRUCTURALES
Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, reconoció que, a pesar de que la estrategia perfilada en Lisboa en el año 2000 para impulsar la creación de empleo y el crecimiento de la UE "está funcionando" en el conjunto de Estados, reclamó "mantener todas las reformas para que la economía europea sea más competitiva" si hay "una eventual ralentización de la economía mundial", algo que, dijo, apoyan sindicatos y patronal europeo con cuyos representantes se reunió esta mañana.
Pese a las turbulencias financieras, Barroso aseguró que "por el momento, la economía europea resiste muy bien". "La economía funciona bien pero claro que estamos preocupados. Somos confidentes pero vigilantes porque la economía europea no puede ser completamente inmune a ciertos desarrollos que se han dado en el mercado financiero" internacional, admitió.
Por este motivo, la Unión Europea ha revisado "a la baja" sus perspectivas de crecimiento para este año 2008. No obstante, recalcó que "en todo caso, un 2% (previsto) es todavía una cifra muy respetable". "Confianza y vigilancia son las maneras para mirar al futuro", concluyó.
"Hemos tenido en los últimos años cifras récord en términos de empleo. Tenemos la tasa más baja de desempleo en 15 años (con) una tasa de ocupación del 66%. Es la cifra más importante de nuestra historia. Nunca tanta gente ha trabajado desde que hay registros estadísticos", recalcó en su intervención a la entrada de la reunión de líderes populares europeos. "Hay que mantener la línea de la reforma económica en Europa, una Europa que sea al mismo tiempo inclusiva desde el punto de vista social y sostenible desde el medioambiental", agregó.
