RBS pierde 10.962 millones en 2013, un 47,9% más, y anuncia un nuevo plan de reestructuración

Actualizado: jueves, 27 febrero 2014 11:21

La entidad quiere crear un banco "más pequeño, más simple y más inteligente" centrado en el Reino Unido

LONDRES, 27 Feb. (EUROPA PRESS) -

Royal Bank of Scotland (RBS), entidad controlada en un 82% por el Gobierno británico, registró en 2013 pérdidas por importe atribuido de 8.995 millones de libras esterlinas (10.962 millones de euros), un 47,9% más que los 'números rojos' de 6.055 millones de libras esterlinas (7.379 millones de euros) del ejercicio precedente, informó la entidad, que anunció una nueva estrategia para crear un banco "más pequeño, más simple y más inteligente" centrado en el Reino Unido.

Las cuentas anuales de la entidad escocesa reflejan un impacto negativo de 3.844 millones de libras (4.685 millones de euros) por provisiones por indemnizaciones y cuestiones regulatorias, y 4.823 millones de libras (5.877 millones de euros) por impagos y otras pérdidas derivadas de la creación de RBS Capital Resolution (RCR).

En este sentido, el banco explica que excluyendo el impacto de la creación de RCR el beneficio operativo fue de 2.520 millones de libras (3.071 millones de euros), lo que supone un 15% menos que en 2012.

Tras estos resultados, la entidad ha anunciado una amplia revisión de su actividad con el objetivo de convertirse en un banco "más pequeño, más simple y más inteligente" que estará centrado en el Reino Unido y que situará las necesidades de sus clientes en el centro de su negocio.

"RBS anuncia una renovada dirección estratégica con la ambición de conformar un banco que se gane la confianza de sus clientes sirviéndoles mejor que cualquier otra entidad", asegura.

Para ello, agrupará las siete divisiones operativas con las que cuenta actualmente en tres: Banco Personal y de Negocios, Banca Privada y Comercial, y Banca Institucional y Corporativa.

Asimismo, explica que sus actividades en Irlanda del Norte se beneficiarán de una mayor integración con sus franquicias en Reino Unido, al mismo tiempo que confirma que continuará explorando nuevas oportunidades en Irlanda con el objetivo de convertirse en rival de los bancos más fuertes del país.

Por otro lado, remarca que para lograr sus objetivos a largo plazo debe llevar a cabo una "significativa reducción" de los costes y de su complejidad.

Así, defiende que esta simplificación de sus actividades provocará "significativas mejoras" en los servicios que presta a los clientes y reducirá su base de costes desde 13.000 millones de libras (15.842 millones de euros) a 8.000 millones de libras (9.749 millones de euros) en el medio plazo.

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