Sáenz considera "incentivos perversos" las ayudas estatales a entidades mal gestionadas que distorsionan la competencia
MADRID, 8 Feb. (EUROPA PRESS) -
El vicepresidente segundo y consejero delegado del Banco Santander, Alfredo Sáenz, considera que el reto de la entidad de cara al futuro es "no caer en vicios generados por el tamaño", tras las recientes adquisiciones.
Sáenz indicó en una entrevista concedida a la revista 'Valores' de KPMG recogida por Europa Press que la entidad tiene "confianza en el futuro" porque afronta todos los retos de los próximos años "con los mejores equipos de la banca mundial".
El directivo indicó que las recientes compras acometidas en Estados Unidos (Sovereign) y en Reino Unido (Alliance&Leicester y Bradford&Bingley) "en absoluto" son agresivas, más bien al contrario han sido "adquisiciones pequeñas en relación con el tamaño del grupo y con un impacto financiero mínimo".
"Lo que hemos hecho es aprovechar oportunidades que encajaban perfectamente en nuestra estrategia", subrayó Alfredo Sáenz, quien apuntó que, si el banco no hubiera realizado esas compras "probablemente, en un futuro nos arrepentiríamos".
En este sentido, el vicepresidente segundo del Santander indicó que "no todos entienden lo de comprar en tiempos de crisis", pero abogó por "cazar al vuelo" las oportunidades que se presentan". "Hay que tener el olfato para darse cuenta, fortaleza financiera y el arrojo de ir a veces a contracorriente".
Respecto a la ampliación de capital por más de 7.000 millones de euros llevada a cabo a finales de noviembre, Sáenz aseguró que supone "un ejercicio de autoexigencia" para el banco que le permite reforzar aún más sus ratios de solvencia "sin tener que recurrir a fondos públicos".
AYUDAS A LA BANCA, "INCENTIVOS PERVERSOS".
Sáenz se mostró crítico con las ayudas públicas a determinadas entidades financieras y dijo que al Santander le preocupa que "con las medidas se produzcan distorsiones competitivas que afecten negativamente a las entidades que no han necesitado ayudas públicas".
"Si con estas ayudas las empresas que se han gestionado mal salen mejor paradas que las entidades que se han gestionado bien y no han necesitado intervención pública, estaremos enviando al mercado señales equivocadas y generando incentivos perversos", manifestó.
"NADIE ES INMUNE A LA CRISIS".
A su juicio, éste es un riesgo de gran importancia, debido a que "las medidas que se aprueben hoy determinaran el sistema financiero de mañana".
En este sentido, Sáenz precisó que la actuación de los gobiernos en materia financiera, monetaria y fiscal "está ayudando a reestructurar la confianza", y dijo que en las últimas semanas los mercados han entrado en una etapa de menor volatilidad.
"Estamos viviendo una de las mayores crisis de la historia financiera reciente, y nadie es inmune", aseguró el directivo, quien subrayó que "sigue habiendo una enorme incertidumbre sobre la intensidad y la duración de la recesión que están viviendo las principales economías.
Aun así, Sáenz considera que "es de esperar" que las medidas de los distintos gobiernos permitan dinamizar el crecimiento gradualmente.
