MADRID, 15 Feb. (EUROPA PRESS) -
UGT y CC.OO. reclamarán mañana al Santander que eleve al menos a 60 días la indemnización para los trabajadores de su filial de consumo que quieran acogerse a la baja incentivada que propone la entidad dentro de su plan para reducir 326 puestos de trabajo, informaron hoy a Europa Press en fuentes sindicales.
Tanto UGT como CC.OO. consideran insuficientes las condiciones de indemnización ofrecidas por Santander Consumer Finance (SCF) de 45 días por año trabajado, ya que corresponden a los mismos días contemplados en los mecanismos legales ya existentes en caso de despido improcedente.
"Las bajas deben ser incentivadas de verdad", recalcaron desde los sindicatos, tras precisar que los representantes de los trabajadores no han acordado aún cuántos días de indemnización corresponde solicitar, aunque la cifra oscilará desde un mínimo de 60 a un máximo de 75 días.
Los sindicatos reclaman además a la dirección de SCF más detalles sobre las condiciones en que se llevarán a cabo las prejubilaciones, a las que podrán adherirse desde los 49 años algunos de los 55 empleados que serán prejubilados.
También solicitan que se especifiquen las condiciones de las reubicaciones, ideadas para un total de 57 empleados, de los que una veintena irán, previsiblemente a Geoban, empresa ubicada en Madrid y dedicada a tareas de gestión de oficina, y otros 37 a diversas empresas del grupo.
Nada más conocerse la decisión de la entidad que preside Emilio Botín, CC.OO. y UGT se mostraron en contra de la propuesta de traslado a Geoban hecha a los comerciales internos y rechazaron el argumento de que no cuentan con el perfil necesario para ser recolocados en la red comercial del banco.
PLAN DE FUTURO.
Por otro lado, los sindicatos coinciden en la necesidad de un plan de viabilidad sobre las causas para recortar 326 empleos en la filial de consumo y la evolución de futuro prevista. "Tiene que haber una explicación concreta del por qué y un plan de viabilidad que justifique una reducción de plantilla", recalcaron.
Además de reducir en un 30% la plantilla en su filial de banca de consumo, Santander planea el cierre de unas 48 sucursales. La dirección de SCF justifica esta reorganización en la necesidad de redimensionar la fuerza comercial para adecuarla a las condiciones actuales del mercado de consumo, según los sindicatos.
Entre los objetivos que la empresa se plantea para garantizar la viabilidad de la marca figuran mejorar el margen operacional, el control del riesgo, la recuperación de la morosidad y la reducción de costes, adelantó el consejero delegado del Santander, Alfredo Sáenz, en la presentación de resultados anuales de la entidad, antes de que se conociera este plan.
